Continúa la huelga de hambre de la esposa del obispo africano Milingo
Luego de 14 días de ayuno, María Sung no quiso que un grupo de doce voluntarias, que arribaron a Roma, la reemplacen en su acción de protesta
La esposa coreana del obispo africano Emmanuel Milingo, María Sung, ha decidido hoy continuar con su huelga de hambre a pesar de la llegada a Roma de un grupo de doce voluntarias dispuestas a reemplazarla en su acción de protesta.
Según ha manifestado el portavoz de la secta Moon, Philip Shanker, las voluntarias, de diversas nacionalidades, se encuentran ya en la capital italiana y mañana comenzarán a ayunar en solidaridad con la médica coreana.
La señora Sung-Milingo, que hoy cumplió su catorceavo día sin ingerir alimentos, no depondrá su actitud hasta que se le permita encontrarse con su marido, al que considera "prisionero" del Vaticano, aseguró Shanker.
La Santa Sede no ha respondido a una carta abierta dirigida por ésta al Papa Juan Pablo II, en la que le rogaba con insistencia una cita, que todavía no ha tenido lugar, a pesar de haber sido autorizada, aunque con condiciones, por la jerarquía eclesiástica.
En la misma, Sung se declaraba dispuesta a aceptar la decisión de su marido de regresar a la Iglesia Católica, pero únicamente si recibe explicaciones personalmente del obispo.
El viernes último, Milingo anunció públicamente, a través de la televisión, la renuncia a la secta Moon y a su matrimonio con Sung, celebrado en mayo último en Nueva York, ante la amenaza de excomunión por parte de la Santa Sede.
Por otra lado, el médico personal de Sung, Giuseppe Rossi, señaló hoy que su paciente ha perdido ocho kilos de peso desde que comenzó su ayuno el pasado día 14.
"Se trata de una mujer fuerte y que aguanta bien", subrayó el facultativo, aunque se mostró preocupado por la determinación de la coreana, que solamente bebe agua mineral, y admitió la conveniencia de que interrumpa su protesta.
En días pasados explicó que comenzaron a aparecer los primeros problemas de hígado y de coagulación en su paciente, aunque todas sus funciones vitales se mantenían constantes.
Como cada día desde que comenzó su campaña personal para "recuperar" a su esposo, Sung acudió hoy a la Plaza de San Pedro del Vaticano para rezar y en esta ocasión entró en la Basílica.
En el interior del templo oró durante unos minutos acompañada de un grupo de seguidores de la "Iglesia de la Unificación", que dirige el reverendo coreano Sun Myung Moon, antes de retirarse al hotel romano en el que se aloja.
Más leídas de El Mundo
Crimen organizado. Se fugó el "delincuente más peligroso de Holanda", que amenazó de muerte a la hija de Máxima
Los motivos. Cierra en Finlandia el último museo dedicado a Lenin 78 años después: “No queremos ser rehenes del pasado”
Por primera vez en 70 años. La escudería Ferrari abandona su clásico rojo en el Gran Premio de Miami