Continúa la protesta en la Puerta del Sol
Lo decidieron ayer los jóvenes; aceptan algunas reformas para limitar los trastornos en la plaza
MADRID.- El movimiento de los "indignados" que protesta contra la crisis económica, social y política de España desafió anoche el desgaste y las presiones, y anunció que mantendrá su campamento en la plaza madrileña de Puerta del Sol por tiempo indefinido.
Pero se trata de un reto a medias tintas: el polémico asentamiento, que ocupa ilegalmente uno de los puntos históricos y turísticos más importantes de la capital española desde el 16 de este mes, será desde hoy sometido por sus organizadores a una "reestructuración", con el fin de evitar nuevos roces con comerciantes y vecinos de la zona.
Tras un intenso debate entre los representantes de las más de 20 comisiones que conforman la sede central de las protestas en el país, el "núcleo duro" del movimiento logró imponer su criterio de "no abandonar" la acampada que hoy cumple dos semanas. A pesar de la insistencia del grupo cada vez más creciente de asambleístas que se inclina por levantar el campamento y pasar a la legalidad a través de concentraciones barriales periódicas y sin asentamientos, una ajustada mayoría de los más de 5000 manifestantes alzaron anoche sus manos en favor de "consolidar la lucha" a través de la presencia física y permanente de los manifestantes en el espacio público tomado.
No obstante, las intensas protestas de los comerciantes de las calles cerca de la céntrica plaza madrileña -que se quejaron la semana pasada ante el gobierno comunal por la abrupta caída de sus ventas desde el inicio de la "acampada"- le impusieron un alto costo a la decisión de los "indignados" de permanecer en ese lugar. De acuerdo con la resolución de anoche, las carpas se mantendrán "en tanto y en cuanto" se puedan alcanzar soluciones para los problemas de higiene, convivencia, seguridad e imagen pública que la instalación de las tiendas trajo aparejados.
"Somos plenamente conscientes de todos los problemas que tenemos hoy aquí, por ello la existencia del campamento debe estar supeditada a la solución de estos inconvenientes. Sabemos que es necesaria una reestructuración, y por esta razón nos abocaremos a establecer las reformas que resulten adecuadas para llegar a un acuerdo de convivencia con los vecinos", dijo uno de los voceros del movimiento Acampada Sol.
Los participantes de la asamblea aún debatían ayer los alcances de esta reestructuración, aunque las sugerencias de varios integrantes del movimiento apuntaban hacia una drástica reducción de los límites del campamento, con el fin de moderar el impacto visual negativo en turistas, comerciantes y clientes de los negocios de una de las áreas más concurridas de Madrid.
Una de las primeras comisiones que serían eliminadas en favor de este achicamiento es la de "alimentación". Este sector, encargado hasta ayer de recibir donaciones de comidas y bebidas por parte de los simpatizantes de la protesta, se transformó en blanco de las principales quejas de los vecinos por la gran cantidad de desperdicios y suciedad que generó. Otras comisiones que también podrían dejar el campamento son aquellas formadas para defender causas afines a la protesta, aunque no centrales, como el Comité Feminista, el de Espiritualidad o el de rebeldía contra el desalojo de las escasas "chabolas" (villas de emergencia) que aún subsisten en Madrid.
Sin embargo, los organizadores remarcaron su intención de que el movimiento continúe en todo el país. "Nosotros seguiremos. No nos vamos, simplemente nos adaptamos a las necesidades del campamento quitando obstáculos que suponen una dificultad para los vecinos y los comerciantes", afirmó uno de los voceros.
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