Coronavirus: los contagios crecen en Brasil y el gobierno cierra fronteras
RÍO DE JANEIRO.- Luego de conocerse que había aumentado a 621 el número de contagios por el coronavirus y siete muertos, Brasil decidió este jueves el cierre de sus fronteras terrestres con sus vecinos, exceptuando Uruguay, por un plazo de 15 días, para prevenir la propagación del virus, indicó un decreto ministerial.
"Queda restringida, por un plazo de 15 días, contado desde la fecha de publicación del decreto, la entrada al país por carreteras o medios terrestres de extranjeros oriundos" de la Argentina, Bolivia, Colombia, Guayana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú y Surinam, indica el documento.
El texto agrega que Uruguay será objeto de una determinación posterior. El presidente Jair Bolsonaro ya había anunciado el martes el cierre de la frontera con Venezuela, con un sistema sanitario golpeado por la crisis económica.
La medida aclara que el transporte de mercancías será autorizado, así como el ingreso en el país de brasileños, inmigrantes con residencia definitiva, profesionales extranjeros en misión y misiones humanitarias, entre otros.
La decisión del gobierno brasileño ocurre después de que la Argentina, Chile y Colombia tomaran medidas más drásticas, al cerrar todas sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas para evitar un impacto mayor de la Covid-19.
El decreto, cuya vigencia puede ser ampliada, señala que la medida se adoptó "por motivos sanitarios relacionados con los riesgos de contaminación y diseminación del coronavirus".
Brasil, con más de 210 millones de habitantes, registra hasta el momento cinco muertos en San Pablo y dos en Río de Janeiro, mientras el número de infectados en todo el país creció de 428 a 621 en un solo día, convirtiendo al gigante sudamericano en el país con más víctimas en la región. La crisis del coronavirus desató además una polémica entre Brasil y China, el principal socio comercial y gran inversor.
El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, culpó anteanoche al gigante asiático de la pandemia, lo acusó de haber ocultado información vital sobre el Covid-19 y comparó esa actitud con la de las autoridades soviéticas en el desastre nuclear de Chernobyl en 1986.
"Más de una vez la dictadura (china) prefirió esconder algo grave a exponerlo sufriendo un desgaste, pero que salvaría innumerables vidas", escribió en Twitter el hijo del mandatario brasileño.
"La culpa [de la pandemia] es de China y la libertad de expresión sería la solución", prosiguió.
Pekín no tardó en replicar. "Sus palabras son sumamente irresponsables y nos suenan familiares. No dejan de ser una imitación de sus queridos amigos. Al volver de Miami, contrajo, desafortunadamente, un virus mental, que está infectando las amistades entre nuestros pueblos", indicó en la red social la embajada china en Brasilia.
"La parte china repudia con vehemencia sus palabras y exige que las retire de inmediato y pida disculpas al pueblo chino", tuiteó el embajador chino Yang Wanming.
Eduardo Bolsonaro formaba parte de la comitiva que acompañó a su padre a Miami, del 7 al 10 de marzo, durante la cual el presidente brasileño se reunió con Donald Trump, quien irritó recientemente a Pekín al calificar al covid-19 de "virus chino".
El embajador chino retuiteó luego un mensaje de otro internauta, que calificaba a la familia Bolsonaro de "gran veneno de Brasil", según capturas de pantalla de la prensa brasileña, dado que el post fue retirado.
Cambio de actitud
Bajo la presión de líderes del Congreso, de la Corte Suprema y de empresarios, Bolsonaro comenzó a tomar medidas más fuertes ante la crisis del virus en los últimos días, después de haber cuestionado al comienzo la "histeria" de la pandemia. El mandatario ultraderechista pidió el miércoles al Parlamento que declarase el "estado de calamidad" para poder liberar fondos y se reunió con su gabinete de crisis.
Ese día reconoció por primera vez en una conferencia de prensa con varios de sus ministros, todos con barbijos, que se trataba de un asunto "grave", pero que no debía desencadenar el "pánico".
La epidemia está generando además un grave impacto en la economía del país.
El sector turístico brasileño ya redujo un 16,7% su volumen de ingresos en los primeros 15 días de marzo respecto al mismo período del año anterior, lo que supone una pérdida de unos 400 millones de dólares.
Así lo estimó la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC), que también destacó que las pérdidas ya sufridas por el sector tienen el potencial de reducir hasta 115.600 empleos formales.
Agencias AFP, DPA y ANSA
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