Coronavirus: detectan un nuevo caso positivo en la residencia del Papa

ROMA.- Mientras el gobierno de Giuseppe Conte analiza implementar un toque de queda a las 22 para frenar el crecimiento exponencial de casos de coronavirus en Italia, la segunda ola también complica al Vaticano. Allí, al margen de crecer el número de guardias suizos contagiados -de 4 a 11-, se detectó un nuevo caso en la residencia de Santa Marta, donde vive el Papa, que el 17 de diciembre cumplirá 84 años.

"El enfermo, al momento asintomático, ha sido puesto en aislamiento, así como también quienes estuvieron en contacto directo con él y ha dejado temporalmente Casa Santa Marta, donde reside habitualmente", informó hoy Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa del Vaticano. "Se siguen observando las disposiciones emanadas por la Santa Sede y por el Governatorato de la Ciudad del Vaticano y la salud de todos los residentes en la Domus está siendo constantemente monitoreada", agregó Bruni.

Con esta frase el vocero pontificio dio a entender lo que nunca se dijo oficialmente, pero que todo el mundo sabe: desde el comienzo de la pandemia al Papa, cuya salud es buena -pero que a los 21 años tuvo una neumonía grave por la que debieron extirparle una pequeña parte del pulmón derecho-, ya le han realizado diversos tests de hisopado.

No sólo por el brote de coronavirus que se detectó en cerca del 10% de los guardias suizos, el ejército más antiguo del mundo, que protege al Pontífice en todo momento, incluso en la puerta de su suite del segundo piso de Santa Marta, en las audiencias generales y privadas. También porque el propio Papa recibe en audiencia a diversas personas, que por supuesto deben respetar un un sistema de control de la temperatura y el uso obligatorio del barbijo en el Vaticano, tanto en ambientes interiores y exteriores.

Entre ellas, el Papa recibió en la tarde del 5 de octubre pasado al reconocido cineasta y actual embajador argentino ante la Unesco, Fernando "Pino" Solanas, que se encuentra internado en París con coronavirus, tal como él mismo informó ayer a través de Twitter.

En la última audiencia general, el miércoles pasado, a diferencia de las anteriores, el Papa, que adora el contacto real con la gente, estuvo mucho más cuidadoso. En lugar de ingresar por la parte trasera del aula Paulo VI, algo que provocaba aglomeración de fieles que se acercaban a las vallas para saludarlo, entró por la parte delantera. Y al final se excusó por no poder acercarse a saludar, como siempre hizo desde el inicio de su pontificado.

"Quisiera, como hago habitualmente, bajar [los escalones] y acercarme para saludarlos. Pero con las nuevas prescripciones, mejor mantener las distancias. También a los enfermos, los saludo de corazón desde aquí. Ustedes están a una distancia prudente, como debe hacerse. Pero pasa que cuando bajo, todos se juntan y ahí se amontonan: el problema es que hay peligro de contagio", explicó. "Así, cada uno con la mascarilla, manteniendo las distancias, podemos seguir adelante con la audiencias. Discúlpenme si hoy los saludo desde lejos, pero creo que si todos, como buenos ciudadanos, cumplimos con las prescripciones de las autoridades, esto será una ayuda para ponerle fin a esta pandemia", auguró.

Desde el comienzo de la emergencia sanitaria, en el Vaticano se detectaron hasta ahora una veintena de casos. No es la primera vez que se detecta un caso positivo en la residencia del Papa. El 25 de marzo pasado resultó positivo al virus el cura italiano Gianluca Pezzoli, jefe de la sección italiana de la Secretaría de Estado, que también se aloja allí, que debió ser internado en un hospital de Roma y se recuperó.