Alarma en EE.UU.: entre las protestas y las reaperturas, muchos estados registran aumentos de casos

WASHINGTON.- A fines de abril, presionados por las primeras protestas de la gente contra el confinamiento, Carolina del Sur, Georgia, Tennessee y Florida fueron los primeros estados del país en anunciar sus planes para dar el primer paso hacia la "reapertura". Para muchos, la libertad. Esos cuatro estados, junto a al menos otros 20, han comenzado ahora a registrar un preocupante aumento en los casos de coronavirus en los últimos días.

El aumento en los contagios de coronavirus que comenzó a experimentar Estados Unidos es nacional, de costa a costa, y tiene un denominador común: salvo algunas excepciones, como California , Oregon o Michigan, los estados que ahora ven un aumento en los casos de Covid-19 son en general gobernados por republicanos, más propensos a levantar restricciones que a prolongarlas.

Las protestas por el asesinato de George Floyd y la ola de protestas que arreció en el país le quitó atención a la pandemia, relegada a un segundo plano. Pero el coronavirus nunca se fue. Un monitoreo de la organización ProPublica reveló que en 24 estados del país y Puerto Rico experimentaron un aumento en la cantidad de casos, y otro relevamiento, del periódico The New York Times, también detectó aumentos en 20 jurisdicciones.

En Texas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, California, Oregón, Arkansas, Mississippi, Utah y Arizona los hospitales comenzaron a recibir a un número creciente de pacientes desde el fin de semana largo del Día de los Caídos. Ese día marca, en la mente de los norteamericanos, la llegada del verano boreal, y este año ofreció además una bisagra en la vida de la pandemia, al brindar, también, varias imágenes de multitudes que sepultaron las precauciones tomadas durante meses para frenar el avance del virus.

"Todavía hay que practicar un cierto grado de precaución, máscaras, distanciamiento social, lavado de manos diligente, y evitar grandes grupos", recordó Anthony Fauci, el principal infectólogo del país, en una entrevista en el programa Good Morning America por el canal ABC.

Fauci se mostró preocupado también por la posibilidad de contagios en las manifestaciones en respaldo al movimiento Black Lives Matter y la justicia racial que se vieron en todo el país, las cuales, afirmó, representaban "un riesgo". Miembros del Guardia Nacional de Washington, D.C., se contagiaron en las protestas.

"El tema de la separación física es importante. Las máscaras pueden ayudar. Pero son las máscaras, más la separación física", insistió el médico.

Los últimos datos sobre la cantidad de casos nuevos y el aumento de las hospitalizaciones parecen confirmar los temores que los médicos se cansaron de repetir a medida que los estados apuraban sus planes de reapertura: una salida prematura del confinamiento podía llevar a un aumento de los contagios, y, por consiguiente, de las muertes. Estados Unidos superó ya los dos millones de casos confirmados de Covid-19, según la base de datos de la Universidad Johns Hopkins, y las 110.000 muertes por el virus.

El gobierno de Donald Trump parece decidido a dar por terminada la crisis sanitaria, o al menos eso es lo que muestra en el discurso que brinda puertas afuera de la administración. Trump celebró la semana pasada el sorpresivo rebote que mostró el empleo, y su gobierno y su campaña salieron a instalar el mensaje de que ya había comenzado "la transición a la grandeza". Y el presidente volvió a celebrar el avance que muestran los índices bursátiles de Wall Street, que ya recuperaron las pérdidas causadas por la pandemia.

"NASDAQ ALCANZA OTRO RÉCORD. Se están haciendo enormes progresos, mucho antes de lo previsto. ¡ESTADOS UNIDOS!", tuiteó ayer por la mañana Trump.

Lejos de cualquier preocupación por los síntomas de rebrote que mostró la pandemia, Trump le anticipó hoy a los periodistas que planea retomar pronto sus actos de campaña en cuatro estados que han mostrado cifras para la preocupación: Oklahoma, Florida, Arizona, Carolina del Norte.

Trump siempre quiso volver a su actos de campaña, y con un marcado declive en las encuestas de los últimos días por el estallido social causado por el asesinato de Floyd, parece más decidido que nunca antes a volver a tener un contacto directo con sus fieles seguidores.