Correa logró una histórica reelección
Según los sondeos en boca de urna, el mandatario obtuvo más del 50% de los votos; no habría segunda vuelta por primera vez en 30 años
lanacionarQUITO.- Tal como habían anticipado todas las encuestas, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, logró ayer una aplastante victoria electoral, que le permitirá seguir gobernando al menos hasta 2013. Si se confirman los resultados de varios sondeos en boca de urna, que le otorgaban más del 50 por ciento de los votos, sería la primera vez desde el regreso de la democracia al país, en 1979, que un candidato presidencial logra el triunfo en la primera vuelta.
Sin esperar los resultados oficiales, Correa, de 46 años, celebró anoche su "victoria" con saltos, cánticos y bailes, rodeado de sus principales colaboradores en Guayaquil, la ciudad natal del mandatario y bastión de la oposición.
"Esta revolución está en marcha y nada ni nadie la detiene [...] Hoy se gana en una sola vuelta, es algo inédito, un hecho histórico [...] Damos un paso más para consolidar nuestra revolución ciudadana [...] Nuestra opción preferencial es por los pobres", dijo un eufórico Correa, que terminó su breve intervención con el clásico saludo guevarista: "Hasta la victoria, siempre".
El sondeo en boca de urna de la prestigiosa encuestadora Santiago Pérez, contratada por el gobierno y varias empresas privadas, atribuyó al partido de Correa, Alianza País, un 54 por ciento de los votos, una amplia ventaja frente al candidato opositor más votado, el ex presidente Lucio Gutiérrez (2003-05), del partido Sociedad Patriótica, que habría logrado un 31 por ciento de apoyo.
Otras dos encuestas, realizadas por la cadena de televisión Teleamazonas y por la empresa Cedatos/Gallup, atribuían a Correa más del 55 por ciento de los votos, mientras que Gutiérrez no llegaba en ningún caso al 30 por ciento.
En tercer lugar, según los sondeos, se habría situado el magnate bananero Alvaro Noboa, con alrededor del 8 por ciento de los votos, en su cuarto intento consecutivo de hacerse con la presidencia del país.
La ley electoral ecuatoriana establece que no hay segunda vuelta si un candidato logra la mitad más uno de los votos o un 40 por ciento con una diferencia de diez puntos porcentuales sobre el segundo.
De confirmarse, los resultados de ayer supondrán el quinto triunfo en las urnas de Correa desde su irrupción en la primera fila de la arena política ecuatoriana en 2006.
Gutiérrez, que había denunciado irregularidades y un fraude durante la jornada electoral, no admitió su derrota y anunció que esperaría los resultados oficiales, que al cierre de esta edición todavía no se habían divulgado. El ex coronel retirado habría obtenido, no obstante, un resultado mejor de lo previsto por las encuestas previas y se situaría como principal referente de la oposición.
Más de diez millones de ecuatorianos estaban convocados ayer a las urnas para elegir varios miles de cargos públicos, entre diputados de la Asamblea Nacional, alcaldes y gobernadores. La nueva Constitución, aprobada mayoritariamente hace siete meses en un referéndum, otorgó por primera vez la posibilidad de votar a varios sectores de la sociedad, como los jóvenes de 16 y 17 años (alrededor de medio millón), los policías y militares (unos 94.000), los extranjeros con residencia en el país (unos 90.000) y los presos sin sentencia.
Voto en el extranjero
Unos 180.000 ecuatorianos residentes en el extranjero también pudieron votar, incluso en la Argentina. En España, donde viven cerca de medio millón de ecuatorianos, votó casi el 40 por ciento de los más de 100.000 inscriptos en los colegios electorales. El voto "español" decidirá por primera vez seis representantes directos de los emigrantes en la Asamblea Nacional.
Salvo aislados incidentes, la jornada electoral transcurrió con normalidad en todo el país. Medio centenar de personas fueron detenidas por violar la "ley seca", que prohíbe el consumo y venta de alcohol 36 horas antes y 12 horas después de los comicios, según informaron las autoridades.
Enrique Correa, jefe de la misión de observadores internacionales de la Organización de Estados Americanos (OEA), descartó las acusaciones de fraude en un proceso electoral que, a su juicio, se desarrolló con "buen nivel".
Con la reelección ya en el bolsillo, Correa necesitará una mayoría cómoda en la Asamblea Nacional para lograr la aprobación final de algunas normas de la nueva Constitución, que otorga al Estado una participación decisiva en los principales sectores económicos del país.
Consolidado su proyecto político, y con la oposición fragmentada, el presidente da por concluida la transición política desde su llegada al poder, en enero de 2007, y se prepara para un primer mandato completo, hasta 2013. Además, la Carta Magna lo habilita para una nueva reelección, con lo que Correa podría gobernar hasta 2017.
Si logra dar al país cierta estabilidad política, el mayor desafío del mandatario ecuatoriano se centrará en sortear la crisis económica que ya lo afecta, por la reducción de los ingresos petroleros y de las remesas enviadas por los emigrantes.
A nivel internacional, Correa mantendrá seguramente su alianza con los países de la región que han emprendido el denominado "socialismo del siglo XXI", con la Venezuela de Hugo Chávez al frente, pero los analistas consideran que, al mismo tiempo, el gobernante tratará de establecer buenas relaciones con la nueva administración de Barack Obama.