La guerra contra el terrorismo: más ataques bacteriológicos. Crece el desconcierto en EE.UU. tras la cuarta muerte por ántrax
Era una empleada de un hospital de Nueva York; no pueden explicar cómo se infectó
NUEVA YORK.– El desconcierto por los ataques biológicos en Estados Unidos entró ayer en una nueva fase con otra muerte por ántrax. La empleada de un hospital de Nueva York se convirtió ayer en la cuarta persona en morir por inhalar el bacilo, un caso que tiene perplejos a los investigadores federales, los científicos y el gobierno ante el temor de que la bacteria se esté expandiendo por otras vías además del correo.
Kathy Nguyen murió ayer, luego de de haber sido internada en el hospital Lennox Hill el domingo pasado con síntomas de carbunco pulmonar, la forma más letal de la enfermedad. Es el primer caso registrado en Nueva York desde que la amenaza del ántrax irrumpió en Estados Unidos hace casi un mes, creando misterio entre los investigadores, alarma entre los norteamericanos y cercando los círculos políticos y periodísticos del país.
También ayer, el gobernador de Nueva Jersey informó que un empleado en una instalación regional de correo contrajo ántrax cutáneo, mientras que un compañero de trabajo de Nguyen presenta “síntomas sospechosos”, aunque las autoridades no pudieron confirmar si se trata de otro contagiado de carbunco.
Hasta el momento, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) desconoce cómo Nguyen contrajo la enfermedad. De hecho, esto es motivo de desconcierto no sólo entre sus agentes y la policía, sino también entre los expertos y médicos que siguen la pista científica de los ataques.
Es que se trata de la primera persona muerta por ántrax que no tiene relación alguna con los grupos hasta ahora considerados “de riesgo”, blanco de los ataques de bioterrorismo: empleados de correos, de medios de comunicación, del gobierno o del Congreso.
“Claramente, en el caso de la señora Nguyen no sabemos cómo contrajo el ántrax, y es la fuente lo que se está investigando”, dijo ayer el vocero presidencial, Ari Fleischer.
La Casa Blanca describió la muerte de Nguyen de “preocupante” y el presidente George W. Bush debió volver a llamar a la calma a los norteamericanos. No obstante, el secretario de Justicia, John Ashcroft, a cargo de la investigación por los ataques, admitió: “No tenemos avances para reportar en este momento” acerca del peritaje.
Otros casos
Entre las cuatro personas que murieron por ántrax pulmonar, dos trabajaban en una central de correo cercana a Washington y la tercera, Robert Stevens, era editor de un diario sensacionalista en American Media, en Florida. A la lista se suman otros trece contagiados, seis infectados con carbunco pulmonar y siete con la variante cutánea. La policía aún no pudo encontrar rastros de ántrax en el hospital donde trabajaba Nguyen, una inmigrante vietnamita. Cuando fue internada, el domingo pasado, estaba demasiado debilitada para colaborar con los investigadores.
Nguyen no manipulaba habitualmente cartas, pero trabajaba en un sótano cerca del cual se clasificaba la correspondencia del hospital.
Agentes del FBI y de la fuerza de tareas antiterrorista de la Policía de Nueva York examinaban afanosamente ayer su departamento en el Bronx e indagaban sobre sus actividades durante las últimas dos semanas para descubrir “dónde y cómo” había sido contraído ántrax.
La enfermedad de Nguyen, que trabajaba en el Hospital de la Vista, Oído y Garganta de Manhattan, no sólo complicó las investigaciones sobre los ataques bacteriológicos, sino que generó temores de que las cartas infectadas estén contaminando otra correspondencia o que las esporas estén enfermando a la gente por otras vías, además de la postal. “Contraer ántrax inhalado de esta manera es un misterio”, admitió con impotencia Anthony Fauci, uno de los más notorios expertos del National Institute of Health.
Tanto allí como en el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la muerte de Nguyen agravó la alarma por los casos de “contaminación cruzada” (esporas de ántrax adosadas a otras piezas postales).
Expertos en enfermedades infecciosas afirmaron que los terroristas pueden estar utilizando un “vehículo” de propagación diferente del de las cartas. Sólo la autopsia de Nguyen podrá determinar si el bacilo del ántrax que la enfermó es el mismo que contagió a empleados postales, de medios de comunicación o del Congreso, según señalaron voceros de la policía.
Día 25 Parte de guerra
- Antrax
La incertidumbre y el temor aumentaron ayer en EE.UU. al confirmarse la cuarta muerte por ántrax pulmonar, esta vez en Nueva York.
- Medidas de seguridad
El secretario de Transporte estadounidense, Norman Mineta, señaló deficiencias en la seguridad de los aeropuertos; mientras, las autoridades de Florida reforzaron la protección de las plantas nucleares.
- En Afganistán
Los talibanes denunciaron la muerte de 1500 civiles a raíz de los ataques aéreos estadounidenses en Afganistán, una cifra que el Pentágono juzgó exagerada.
- Nuevos bombardeos
Al promediar la cuarta semana de ataques, el gobierno de los talibanes afirmó que un hospital fue alcanzado en Kandahar, donde 15 personas murieron, y aviones B-52 atacaron posiciones de los talibanes al norte de Kabul.
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