Crece la tensión entre Venezuela y Colombia
El gobierno de Uribe advirtió que debe "prepararse para evitar una agresión" militar y que empezó a preparar una estrategia para defender su soberanía; Chávez acusó a Bogotá de estar planeando junto a Washington una agresión contra su país
BOGOTA.- Colombia denunció por primera vez que enfrenta el riesgo de una agresión militar externa y reconoció que comenzó a preparar una estrategia de disuasión mínima para defender su soberanía, que podría afectar su lucha doméstica contra la guerrilla y el narcotráfico.
El ministro de Defensa, Gabriel Silva, admitió que el país tiene "vulnerabilidades serias frente a eventuales agresiones externas" en momentos en que Colombia enfrenta una crisis diplomática con Venezuela, país al que señaló implícitamente como responsable del riesgo de agresión.
"No se trata de prepararse para una agresión, se trata de prepararse para evitarla. Y quiero insistir en eso: nos estamos preparando para evitar una agresión", dijo Silva en una entrevista publicada hoy por el diario El Tiempo.
"No entraremos jamás en una carrera armamentista. Tenemos un proceso de construcción de una capacidad disuasiva, para que todos lo consideren muy bien y sepan los riesgos de una agresión", explicó el funcionario.
Acusación. Por su parte, el presidente venezolano, Hugo Chávez, acusó a Bogotá de estar preparando junto a Washington una agresión contra su país, al tiempo que negó que Caracas brinde protección a grupos guerrilleros, como señalaron funcionarios colombianos en los últimos días.
"Creanme señores burgueses de Colombia, si ustedes agraden a Venezuela se van a arrepentir. Nosotros no estamos desarmados, ni estamos de brazos cruzados", dijo Chávez durante su programa dominical de televisión.
Sin embargo, descartó que su país planee alguna incursión contra su vecino. "No estamos preparando ninguna agresión contra Colombia ni contra nadie".
El militar retirado, que critica que el país vecino permita el uso de sus bases militares por parte de Estados Unidos, agregó que el gobierno de Colombia ya es un enemigo declarado de Venezuela, que es víctima del conflicto interno de ese país con el que comparte una permeable frontera.
El presidente colombiano, Alvaro Uribe, impulsa desde que asumió el poder, en el 2002, una ofensiva militar contra la guerrilla a la que obligó a un repliegue estratégico en apartadas zonas montañosas y selváticas, y que debilitó con la muerte de importantes comandantes en bombardeos, así como con la deserción de miles de combatientes.
Silva admitió temor de que la lucha contra la guerrilla y otros grupos armados vinculados con el narcotráfico pierda contundencia y eficiencia por implementar un plan de defensa ante una eventual agresión externa.
"Mi principal angustia es que, por los riesgos de eventuales agresiones externas, nos olvidemos de que todavía nos falta concluir la tarea en los temas internos. No hemos llegado al final. Todavía nos falta camino por recorrer para consolidar la política de seguridad democrática", afirmó.
La crisis. La disputa diplomática de Bogotá y Caracas es considerada como la peor desde 1987 cuando los dos países, que comparten una frontera terrestre de 2219 kilómetros, estuvieron al borde de una guerra después de que un barco de combate de Colombia fue interceptado por la Armada de Venezuela en una zona marítima bajo disputa limítrofe.
Chávez, el más fuerte crítico de Washington en la región, denunció la supuesta intención de Estados Unidos de instalar una plataforma desde Colombia para invadir su país.
Durante la disputa diplomática, que afectó el comercio binacional, se registraron acusaciones de espionaje, detenciones de efectivos de las Fuerzas de seguridad de los dos países y la destrucción de puentes artesanales en la frontera binacional.