Se elige hoy. Cuestionan a un favorito al Nobel de la Paz
PEKIN (The New York Times).– Apenas unas horas antes de que se conceda el Premio Nobel de la Paz, la tradicional ola de especulaciones sobre quién sería el ganador había alcanzado ayer su punto máximo, y muchos defensores de los derechos humanos creían que el favorito era Liu Xiaobo, disidente chino encarcelado.
Si resulta elegido, Liu, ex profesor de literatura que ha pasado los últimos 20 años entrando y saliendo de las cárceles chinas por su defensa de las reformas democráticas, será el primer chino que gane el premio. Esa perspectiva ha alarmado tanto a Pekín que, según dijo la semana pasada el director del Instituto Nobel, un funcionario chino le advirtió que esa decisión "causaría tensiones en la relación entre China y Noruega".
Pero la posible elección de Liu también provocó objeciones de sus compañeros activistas, ya que un grupo de 14 disidentes exiliados también le pidió al comité del Nobel que no concediera el premio a Liu, porque sería un laureado "inadecuado". En una carta, los firmantes acusaron a Liu de difamar a otros activistas, de abandonar a miembros perseguidos del movimiento espiritual Falun Gong y de ser complaciente con el liderazgo chino.
Esa carta ha indignado a muchos defensores de los derechos humanos, dentro y fuera de China, que alegan que ese ataque distorsiona el largo recorrido de Liu como líder del cambio pacífico.
Sus partidarios dicen que Liu ha sido un pragmático defensor del cambio desde 1989, cuando convenció a los estudiantes que ocupaban la plaza de Tiananmen de que se marcharan cuando los tanques del ejército se disponían a avanzar. Recientemente, Liu fue condenado a 11 años de prisión por el manifiesto Estatuto 08, que reclamaba elecciones y el fin del poder del Partido Comunista.
Pese a sus diferencias con las estrategias, muchos intelectuales y activistas que viven en China califican a Liu de pensador dinámico que agrada tanto a los miembros del partido como a sus más enérgicos opositores.
Xi Liu, profesor de lingüística residente en Londres, que tradujo la carta anti-Liu al inglés, dijo que esa oposición no le resultaba problemática. "No creo que un Premio Nobel pueda cambiar a China", dijo Yi. "Se lo otorgaron al Dalai Lama, y en China nada cambió."
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