Espías. Cumbre de topos en Moscú en solidaridad con Snowden
Cuatro ex agentes se reunieron con el hacker de la CIA
MOSCÚ.- Cuatro agentes de inteligencia retirados, que en su momento también filtraron datos confidenciales de Estados Unidos, se reunieron con el topo de la CIA Edward Snowden, en un inédito encuentro "en algún lugar de Moscú", para darle su respaldo y entregarle un no menos insólito premio destinado a los espías.
Los ex agentes, que trabajaron para la CIA, el FBI, el Departamento de Justicia y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), fueron en su día críticos con el gobierno y en ocasiones expusieron lo que consideraron violaciones de las agencias de seguridad. Son los primeros estadounidenses que se reúnen con Snowden, de quien se dicen partidarios, desde que el topo recibió asilo en Rusia.
"Nos dijo que está saliendo a la calle y conociendo su cultura y su gente'', relató Thomas Drake, ex agente de la NSA, que reveló información secreta a un diario sobre un programa de espionaje que consideró intrusivo. "Ahora vive acá."
Los cuatro ex funcionarios se negaron a revelar dónde se reunieron con Snowden o dónde vive. "Por su seguridad, es mejor que nadie sepa dónde vive'', dijo Drake. "Pero pienso que está haciendo lo mejor que puede y vive lo más normalmente posible.'.
El ex analista de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), que reveló un entramado de vigilancia digital de Estados Unidos al resto del mundo, recibió en su escondite moscovita, de manos de sus cuatro colegas solidarios, el Premio Sam Adams.
El galardón lleva el nombre de un analista de la CIA durante la Guerra de Vietnam que acusó a las fuerzas armadas norteamericanas de subestimar la fortaleza del enemigo por motivos políticos.
Estragos
Snowden, de 30 años, está acusado por un tribunal federal de Virginia de divulgar ilegalmente material de inteligencia clasificado. Desde mediados de año ese material sale a la luz con cuentagotas y ha hecho estragos en las relaciones de Washington con países amigos, entre ellos Brasil.
Luego de una larga controversia entre Washington y Moscú, y al cabo de un limbo diplomático de largas semanas que Snowden pasó varado en el aeropuerto de Moscú, el gobierno de Vladimir Putin accedió a concederle refugio legal en su territorio.
Además de Snowden y Drake, la minicumbre de espías contó con Jesselyn Radack, quien reveló datos sobre actividades ilegales del FBI; Coleen Rowley, que también filtró información sobre el FBI, y Ray McGovern, ex informante de las actividades de la CIA. Las declaraciones de ayer fueron concedidas al canal de televisión Russia Today; entre ellos hubo acuerdo sobre qué decir y qué callar.
Snowden "está muy bien, muy concentrado. Sigue siendo muy inteligente y alegre", comentó Jesselyn Radack. "Está convencido de que lo que hizo fue lo correcto. Está tranquilo y quiere saber qué le depara el destino", dijo por su parte Ray McGovern.
Todos los topos subrayaron que no se arrepienten de sus filtraciones. Thomas Drake, que filtró datos sobre violencia y abusos masivos de la NSA, admitió que pagó un precio muy alto por sus actos. Parte de ese precio fueron amenazas que recibieron su familia y sus amigos. "Tengo suerte de estar libre. Pero es el precio que siempre se paga por estas cosas", confió el ex agente.
Agencias AP, EFE y ANSA
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