De las armas a la tribuna política
CARACAS (De un enviado especial).- La incursión democrática de los militares en la política parece ser una tendencia que ha ido aumentando en América latina durante los últimos años.
El general Hugo Banzer, que gobernó Bolivia en forma dictatorial desde 1971 hasta 1978, ha sido el que más éxito ha tenido en el cambio de métier , al ser elegido presidente, el año último.
En Colombia, el general Harold Bedoya intentó seguir los pasos a Banzer, pero no tuvo tanta suerte. Su agrupación de derecha fue derrotada por los tradicionales partidos Liberal y Conservador, en la primera vuelta de los comicios de mayo último.
En el vecino Ecuador, el general Paco Moncayo, que por un tiempo barajó la posibilidad de arriesgar el todo por el todo con una candidatura presidencial, finalmente optó por competir por una banca en el Congreso. Hoy, aquel que encabezó las fuerzas ecuatorianas en el conflicto fronterizo con Perú en 1995 es diputado por la Izquierda Democrática.
El caso de Oviedo
Recientemente, e invocando al propio Hugo Chávez como modelo, el coronel panameño Roberto Díaz Herrera (exiliado en Venezuela por su dura oposición al gobierno de Manuel Noriega) anunció su candidatura presidencial para los comicios del próximo año.
Más al Sur, las ambiciones políticas del ex general Lino Oviedo se vieron truncadas por las intestinas luchas dentro del oficialista Partido Colorado.
Encarcelado por haber dirigido un acuartelamiento militar, en 1996, contra el entonces mandatario Juan Carlos Wasmosy, Oviedo fue liberado en agosto de este año por el nuevo mandatario, Raúl Cubas, mediante un decreto que ahora ha sido declarado inconstitucional.
En la Argentina
Ya en nuestro país, el teniente coronel Aldo Rico, quien encabezó los alzamientos carapintadas de 1987 y 1988, logró en octubre último ser elegido diputado por el partido Modín.
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