Desunida, la derecha da luz verde a Evelyn Matthei
SANTIAGO, Chile (De nuestro corresponsal).- Luego de casi un mes de incertidumbre, tras la inesperada renuncia a la candidatura unitaria del oficialismo por parte del ex ministro Pablo Longueira, Renovación Nacional (RN) definió finalmente anoche su apoyo a la ex ministra Evelyn Matthei, de la Unión Demócrata Independiente (UDI).
Pese a los rumores de que Andrés Allamand podría haber azuzado al consejo general de RN para volver a levantar su candidatura presidencial, la reunión llamó la atención por la convocatoria a la mesura y a la unidad que hicieron sus dirigentes.
"Mi voluntad de no ser candidato no va a cambiar. La unidad es absolutamente indispensable. Por eso les pido que apoyen a Evelyn Matthei", dijo Allamand en un aplaudido discurso, y alentó el apoyo a su rival política. De paso, no dejo de criticar a Piñera. "Este gobierno hubiera sido mejor si nos hubieran considerado más", dijo.
"He llegado a la convicción que RN ha sido respetado por Evelyn Matthei. Puedo decir con tranquilidad que ella se comprometió con nosotros y eso me tranquiliza", señaló horas antes el presidente del partido, el senador Carlos Larraín.
Sin embargo, el sabor que deja el traumático recorrido de la candidatura oficialista hace dudar sobre el real compromiso con Matthei.
Sabido es que la ex ministra de Trabajo sólo surgió como opción tras la bajada del ex ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, la renuncia de Longueira por un fulminante cuadro depresivo y el veto que aplicó la UDI a Allamand, luego de que éste no cerrara filas con ese partido después de las primarias de junio.
La historia de ambos partidos es disímil. Si bien alguna vez tuvieron un tronco común a fines de los 80, RN siempre optó por una posición eminentemente de centroderecha, basada en precisamente en la fuerza de nombres como Allamand y Piñera.
Paralelamente, la UDI -orgullosa heredera del gobierno militar- optó por penetrar los sectores marginales del país, intentando arrebatarle esa exclusividad a la extrema izquierda.
El asesinato del fundador de la UDI, Jaime Guzmán, llevado a cabo por un comando extremista que continuó operando durante el gobierno de Patricio Aylwin, fue un duro cachetazo a la democracia, pero le imprimió al partido una mística especial recogida por sus herederos, entre ellos, Longueira, Joaquín Lavín y el ministro del Interior, Andrés Chadwick.
Pese a ello, siempre les costó más de la cuenta levantar sus propios abanderados. El primero fue el ex ministro de Hacienda de Pinochet, Hernán Büchi, quien terminó cediendo cómodamente el poder a Aylwin.
En 1993, la división de la derecha se haría patente, tras el sonado Piñeragate, un escándalo de espionaje telefónico que involucró al actual presidente y a Matthei, que terminó por desbancar ambas precandidaturas presidenciales.
Quizá se pueden entender mejor las diferencias en la derecha en el libro Con la fuerza de la verdad , escrito por el histórico senador de la UDI Jovino Novoa. "La derecha avergonzada está convencida de que su misión no es reafirmar los principios defendidos ahora por su sector, sino hacer lo posible por camuflarse con la Concertación", escribió.
El futuro no es halagüeño. Muy pronto, la UDI deberá prescindir del sistema binominal para mantener su posición hegemónica y la discusión está en si el partido será capaz de sustentarse política y electoralmente. De lo contrario, quedará definitivamente fuera de un nuevo proyecto político de centroderecha.
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