Diálogo, obras y créditos, los retos a los que ya le apunta Kuczynski
El presidente electo deberá consensuar con Keiko y la izquierda para relanzar la economía y combatir la pobreza
Millones de peruanos, al menos los más jóvenes, se enteraron de a poco quién era Pedro Pablo Kuczynski, el veterano economista de 77 años que al comienzo de la carrera electoral, en el verano pasado, marchaba en el segundo pelotón de candidatos. También se enteraron de a poco que había ganado el ballottage frente a Keiko Fujimori, esta vez en cuatro días, por el desenlace con cuentagotas en el que se terminó de imponer.
Lo que quieren saber ahora es qué pretende hacer el futuro presidente por el país. Y, más aún, qué posibilidades tiene de llevar adelante su agenda de gobierno. Porque su partido -Peruanos por el Kambio- es en realidad una formación política nueva, sin gran dominio territorial y con clara minoría en el Congreso. Tiene sólo 18 escaños contra los 20 del Frente Amplio de izquierda y los 73 de su rival del ballottage, que tendrá una cómoda mayoría.
Para empezar, irá por el diálogo. "Ciertamente una idea que se mencionó y que me parece buena es tener una conversación con la señora Keiko Fujimori", dijo Kuczynski. Y dejó entrever en sus primeras declaraciones que podría incorporar a fujimoristas a su administración. Sabe que sin el apoyo de Fuerza Popular, la agrupación más fuerte del país, el sueño superador de un Perú bastante mejor del que deja Ollanta Humala será difícil de realizar.
Keiko deberá, a su vez, facilitar la gobernabilidad y ejercer la oposición, un doble juego que le impone la necesidad histórica. Según coinciden analistas políticos y economistas, no debería jugar a ser la rebelde sin causa, lanzarse a una oposición ciega, si pretende afirmar y continuar su ascendente carrera política.
"Los dos comparten la convicción de mantener la base de una economía abierta al mundo, con respeto a la propiedad privada y a la inversión privada. En eso están de acuerdo", dijo a la nacion el economista Jorge González Izquierdo. Nada mal para una primera cita. Y Keiko se comprometió a ser una "oposición responsable", lo que habrá de verse en los próximos meses.
Al diálogo sigue la economía. Perú se convirtió en la estrella de la región, y pese a la crisis económica mundial crece más que la mayoría de sus pares, impulsado por la exportación del cobre, que va directo de las entrañas de la tierra al puerto del Callao. Y de ahí a China.
Pero el crecimiento encontró sus límites y, en estos momentos, está por debajo del potencial del país de 5%, que incluso si se alcanza los economistas estiman insuficiente. Hay proyectos mineros paralizados, 70% de la economía está en la informalidad y un millón de jóvenes no estudian ni trabajan.
Kuczynski se propone generar tres millones de puestos de trabajo a través de varias obras de infraestructura, con capital público y privado, que eleven el potencial productivo y doten de servicios básicos a 10 millones de personas. Pretende fomentar la pequeña minería -y las pequeñas empresas en general- con facilidades de crédito. También quiere promover la industrialización del cobre, para vender cobre refinado en vez de la piedra como viene del cerro. Y como sabe que el rico subsuelo da para mucho, buscará desarrollar una política energética que impulse el sector de hidrocarburos.
Infraestructura, créditos, diversificación. Todo en el marco de un desarrollo sostenible destinado a contener la contaminación en las comunidades mineras, raíz de malestar y conflicto social, y que también ellas se beneficien. Grandes retos y grandes promesas. Tantos como en otro sector donde los peruanos piden cambios a gritos, la seguridad ciudadana.
Kuczynski impulsa la acumulación de sentencias -en vez de que se cumpla la más alta como hasta ahora-, reformar el sistema penitenciario y mejorar la vida de los policías. Queda por ver si traza una estrategia contra el narcotráfico en el país que lidera la producción mundial de cocaína. Él mismo dijo al calor de la campaña que los electores debían evitar que Perú se transforme en un "narcoestado", en alusión a una victoria de Keiko. Pero los narcos no tienen colores políticos, sino armas y dinero.
Fuera del área doméstica, Kuczynski anunció que su primer viaje será a China, principal cliente comercial de Perú. Y en un guiño sobre sus preferencias políticas en la región, saludó al opositor venezolano Henrique Capriles en nombre de "los peruanos demócratas".
Pedro Kuczynski
Presidente electo de Perú
Busca consensos con otros partidos políticos para abordar las principales exigencias de los peruanos: el relanzamiento de la economía, el acceso universal a los servicios y la inseguridad
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