Dilma Rousseff teme que las protestas en Brasil afecten la visita del Papa

BRASILIA.- Las protestas en Brasil recrudecieron en las últimas horas y en el gobierno de Dilma Rousseff ya se encendieron las luces de alarma. La movilización social no sólo afecta el desarrollo de la Copa Confederaciones de fútbol, sino que también podría complicar la presencia del papa Francisco, que en julio encabezará la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en lo que será su primer viaje desde que fue elegido como Sumo Pontífice.

"Tenemos una serie de complicaciones y preocupaciones. Lo que está ocurriendo puede tener reflejo en la Jornada. Haré todo lo posible para que se desarrolle sin problemas", admitió esta mañana el jefe del gabinete brasileño, Gilberto Carvalho, en el marco de una reunión con organizadores de la JMJ en el Palacio de la presidencia en Brasilia.

Ayer, la movilización de un millón de personas en varias ciudades del país terminaron con graves hechos de violencia y enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. Las protestas ya se cobraron dos víctimas fatales, una en el estado de Sao Pablo y otra, en Belén.

El ministro Carvalho aseguró también que la presidenta está al tanto de las manifestaciones. Ayer, la jefa de Estado decidió suspender un viaje oficial a Japón que tenía programado para la semana próxima. "Dilma está preocupada. En breve se va a manifestar y vamos a com isso. Em breve deve se manifestar. E vamos instar a la sociedad para tomar medidas de contención", adelantó el funcionario, según consignó el diario O Globo.

"Tenemos que impedir este tipo de manifestaciones, que no aportan nada bueno para el país", consideró Carvalho, a un mes del comienzo de la JMJ, programada para el 22 de julio.

Agencia AFP