¿Qué es lo que convence a los estadounidenses de Donald Trump?
Tiene ideas racistas, habla maravillas de dictadores; sin embargo, son millones los ciudadanos que apoyan al magnate millonario
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WASHINGTON.- Donald Trump parece imparable. El magnate millonario ya consiguió 458 delegados de los 1237 que necesita para convertirse en el candidato indiscutido del Partido Republicano. Sus competidores lo siguen a la distancia: Ted Cruz tiene pocos más de 350 y Marco Rubio , 151.
Si la tendencia continúa sin sorpresas, el empresario inmobiliario será el encargado de pelear por la presidencia de Estados Unidos a quien salga elegido entre la primaria que se disputan Bernie Sanders y HillaryClinton .
La imagen más popular de Trump es la más polémica. El republicano es tapa de los diarios estadounidenses y de las secciones exteriores de los internacionales por las barbaridades que dice: quiere construir un muro en la frontera con México para evitar que los ciudadanos de ese país crucen al suyo de forma ilegal; quiere prohibir a los musulmanes que visiten Estados unidos; quiere afianzar los lazos del gobierno con Rusia, entiende que Vladimir Putin es uno de los políticos más inteligentes; hasta llegó a compartir en la red social Twitter una frase del dictador italiano Benito Mussolini.
"@ilduce2016: "It is better to live one day as a lion than 100 years as a sheep." – @realDonaldTrump#MakeAmericaGreatAgain"&— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) febrero 28, 2016
El tema es lo que dice pero no se replica tanto. Trump convence a gran parte de la clase trabajadora de Estados Unidos porque tiene un fuerte discurso en relación al comercio y alguna que otra idea inspirada en políticas de izquierda.
Está indignado con la exorbitante cantidad de tratados de libre comercio en los que está metido el gobierno; tampoco apoya a las empresas que trasladaron sus centros de producción a otros países porque la mano de obra allí es más barata. De hecho, dijo que si gana la presidencia llamará a cada uno de los líderes de esas empresas para advertirles que si no regresan, elevará los aranceles a pagar.
Además, el millonario está dispuesto a meter mano en una de las industrias más controversiales, la farmacéutica: en uno de sus discursos, dijo que bajo su dirección el gobierno podría "empezar a hacer una oferta competitiva en la industria farmacéutica", de acuerdo a una nota publicada por el diario británico The Guardian.
Otros de los temas sobre los que se animó a hablar Trump fue el de los altísimos precios que se pagaron bajo la presidencia de George W. Bush en el ámbito militar: afirmó que el Estado está obligado a comprar aviones pésimos pero muy caros gracias a la influencia que ejercen los grupos de presión de la industria.
Su insolencia es la que conquista.
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Que Trump se anime a hablar de ciertos tópicos que parecen tabú en la política estadounidense sin dudas es lo que provoca atracción. Además, hace gala de su fortuna y deja entrever que como él tiene tanto dinero, no se va a dejar amedrentar por ningún empresario sin escrúpulos. Ni tampoco deberá negociar con ningún grupo para que apoye su campaña presidencial y la financie. Para eso ya está él.
Ya que muestra la valentía de encarar temas que muchos no hacen es un punto a favor de Trump, que a veces importa mucho más que sus declaraciones sobre inmigración y racismo; de hecho, no todos sus seguidores creen que sus ideas serán llevadas a cabo. Pero si habla de mejores condiciones de trabajo, si hace alusión a la economía, consigue votos.
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