EE. UU. apoya a Chile en el caso Pinochet
Albrigth pidió respeto por la posición de Santiago; Insulza viajó a España.
LONDRES (AFP). - Estados Unidos rompió ayer el silencio sobre el caso Pinochet al afirmar que la posición del gobierno chileno merece "un significativo respeto", mientras el canciller chileno José Miguel Insulza llegó a Madrid en el marco de su viaje a Europa para obtener la liberación del ex dictador.
"En Chile, los ciudadanos de un Estado democrático están luchando con un problema muy difícil: cómo equilibrar la necesidad de justicia con las necesidades de reconciliación", dijo en Washington la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright.
"Creo que sus conclusiones merecen un significativo respeto", agregó.
El canciller chileno, que cerró una intensa visita de cuatro días a Londres con una reunión con el ministro británico de Defensa, George Robertson, viajó a Madrid para pedir el abandono de las acciones judiciales lanzadas contra Pinochet, al que la justicia española quiere juzgar por genocidio, crímenes contra la humanidad y tortura.
Insulza se esforzó por convencer al gobierno de Londres de que debe dejar en libertad a Pinochet, e incluso dejó entrever la posibilidad de que el ex dictador sea juzgado en su país.
En Londres, el Grovelands Priory Hospital -donde está internado Pinochet, de 83 años- afirmó que éste no necesita seguir hospitalizado y que deberá ser rápidamente transferido a una residencia privada.
El gobierno del premier Tony Blair volvió a manifestar que la resolución del caso será estrictamente judicial. El ministro de Interior, Jack Straw, deberá decidir antes del 11 del actual si da luz verde al proceso de extradición solicitado por la justicia española o si permite que Pinochet regrese a su país.
EE.UU. pidió que se respete a Chile
Fue la primera manifestación contundente de Washington desde que los lores decidieron que Pinochet no tiene inmunidad.
WASHINGTON.- Por primera vez, Estados Unidos sumó ayer su voz a la controversia internacional sobre la amenaza de extradición que pesa sobre Augusto Pinochet, al afirmar que la posición de Chile -partidario de la liberación del ex dictador chileno- merece "un significativo respeto".
"En Chile, los ciudadanos de un Estado democrático están luchando con un problema muy difícil: cómo equilibrar la necesidad de justicia con las necesidades de reconciliación", dijo a la prensa la secretaria de Estado Madeleine Albright. "Creo que sus conclusiones merecen un significativo respeto", agregó.
El gobierno chileno intenta convencer a Londres de que deje en libertad a Pinochet, y dejó entrever la posibilidad de que el ex dictador pueda ser juzgado en su país.
Albright aclaró que Washington "está comprometido con los principios de responsabilidad y justicia, tal como lo demuestra nuestro fuerte respaldo al Tribunal Penal Internacional para Yugoslavia y Ruanda" y agregó que Estados Unidos también "está comprometido en favor de la democracia y el respeto de la ley en Chile".
Ningún consejo
La secretaria de Estado afirmó que no estaba en posición de dar recomendación alguna a Gran Bretaña, cuyo ministro del Interior, Jack Straw, tiene plazo hasta el 11 de diciembre para decidir si da luz verde al pedido de extradición de España.
Por su parte, el vocero del Departamento de Estado, James Rubin, hizo declaraciones en el mismo sentido, y contrastó la posición de Yugoslavia y de Ruanda, países a los que les faltaban mecanismos internos para lidiar con los responsables por la violencia étnica a principios de la década, con la de Chile. "En este caso se trata de un país democrático... todo lo que decimos es que debemos respetarlos mientras resuelven cómo lidiar con esto", dijo Rubin.
Estas fueron las primeras manifestaciones contundentes sobre la posición de Estados Unidos desde que la Cámara de los Lores británica retiró, la semana última, la inmunidad a Pinochet, abriendo la posibilidad de que sea extraditado a España.
"Creemos que, en un país como Chile, que es un Estado democrático donde los ciudadanos están tratando de buscar un equilibrio entre la justicia y la reconciliación, se tendrían que respetar mucho sus opiniones", expresó.
Por su parte, la Casa Blanca informó que el gobierno norteamericano está revisando documentos relacionados con Pinochet y la situación de los derechos humanos durante su régimen (1973-90) que fueron pedidos por la justicia española.
"Entiendo que se está haciendo una revisión de los documentos relevantes en el caso", dijo el vocero del presidente Bill Clinton, Joe Lockhart, quien señaló que los documentos que no comprometen la seguridad nacional de Estados Unidos serán entregados.
Rubin aclaró que Washington no está dispuesto a entrar en una discusión de los detalles específicos del caso Pinochet, que Washington considera un asunto legal que deben resolver entre sí Chile, España y Gran Bretaña.
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