EE.UU.: aprueban la nueva ley de espionaje
WASHINGTON.- El Senado de Estados Unidos aprobó ayer la denominada Ley de Libertad, una medida que, por primera vez desde el 11 de septiembre de 2001, limita la vigilancia de las comunicaciones telefónicas a ciudadanos norteamericanos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés).
Inmediatamente luego de ser aprobado por 67 votos a favor y 32 en contra, el texto fue remitido a la Casa Blanca para que sea refrendado por el presidente Barack Obama.
El Senado avanzó así en la denominada Ley de Libertad de Estados Unidos, un proyecto de ley que elimina la recogida masiva de datos por parte de la NSA.
Apenas 24 horas después de que expirara el cuestionado programa de espionaje telefónico, el Senado norteamericano aprobó la ley que ya tenía la media sanción de la Cámara de Representantes y que crea un sistema de espionaje más limitado.
En el transcurso del debate de ayer en el Capitolio, los sectores opositores más duros fracasaron en incluir varias enmiendas, lo que hubiera forzado a enviar el proyecto de ley de vuelta a la Cámara baja.
Mientras el gobierno de Barack Obama y parte de la bancada opositora querían reformar la recolección masiva de datos telefónicos que comenzó después de los atentados de 2001 contra las Torres Gemelas, un importante grupo de republicanos se negaba a abandonar uno de los programas emblema del espionaje de la llamada guerra contra el terrorismo.
Encabezados por el líder de la mayoría, el senador republicano Mitch McConnell, el sector más belicista de la oposición bloqueó el 23 de mayo pasado el debate sobre la Ley de Libertad, aprobada una semana antes por 338 votos contra 88 en la Cámara de Representantes.
Pese a la presión de la Casa Blanca y la cada vez más explícita pelea dentro del Partido Republicano, los senadores liderados por McConnell volvieron a negarse a aprobar la nueva ley y fracasaron en su intento por extender la antigua norma antes que esta expirara a la medianoche del domingo pasado.
De esta manera, Estados Unidos continuará con sus prácticas de vigilancia pero no será el gobierno quien recopile de manera masiva la información de los ciudadanos, sino que recaerá en manos de las compañías telefónicas, que en caso de requerirla por motivos de seguridad, se la facilitará específicamente.
La reforma, además, limita el programa de la NSA de recolección de metadatos de los llamados telefónicos (hora, duración, número al que se llamó), la más criticada de las medidas de espionaje puestas en vigor en el marco de la Ley Patriota.
Una vez que la ley sea promulgada por Obama, las autoridades accederán a esos datos únicamente tras la autorización de la justicia.
La nueva norma se sancionó dos años después de que el ex analista de la NSA Edward Snowden filtrara cientos de miles de documentos que exponían ante el mundo el más amplio programa de espionaje y de recolección de datos llevado adelante por Estados Unidos.
Las revelaciones de Snowden, asilado en Rusia bajo la protección del gobierno de Vladimir Putin, desencadenó fuertes tensiones diplomáticos entre la Casa Blanca y sus principales aliados en el mundo, principalmente con los gobiernos de la alemana Angela Merkel y de la brasileña Dilma Rousseff, las más escrutadas por los espías norteamericanos.
Agencias ANSA y DPA
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