EE.UU. pidió el apoyo de Siria a su plan
Powell exigió a los gobiernos de Damasco y de Beirut que colaboren neutralizando al Hezbollah y a grupos extremistas palestinos
BEIRUT.- En una gira clave para recomponer relaciones diplomáticas golpeadas tras la guerra contra Irak y promover una nueva etapa de acuerdos en Medio Oriente, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, pidió ayer a los gobiernos de Siria y el Líbano que se comprometan con el nuevo plan de paz trazado para la región neutralizando al grupo chiita Hezbollah y a las organizaciones extremistas palestinas que amenazan con hacer fracasar la iniciativa conocida como "hoja de ruta".
Antes de abandonar Beirut, en el cierre de su visita a Siria y al Líbano, Powell afirmó que las autoridades sirias le aseguraron que han cerrado algunas oficinas en Damasco de esos grupos antiísraelíes, y que seguirán de cerca a organizaciones como la Jihad islámica y Hamas. "Se comprometieron a cooperar y esperamos que continúen haciéndolo", dijo el jefe de la diplomacia norteamericana tras reunirse con el presidente libanés, Emile Lahud, pocas horas después de un encuentro en Damasco con el mandatario sirio, Bachar al-Asad.
Powell señaló que había analizado con los dos mandatarios la situación en la región tras el derrocamiento de Saddam Hussein en Irak, y dijo que trató con Assad "muchos temas, incluida la continuidad del cierre de la frontera con Irak y el asunto de las armas" de destrucción masiva.
Distintos funcionarios estadounidenses han acusado en las últimas semanas a Siria de esconder armas iraquíes de destrucción masiva, de acoger a dirigentes del régimen depuesto y de haberle suministrado material militar durante la guerra.
Las sospechas llevaron a Washington a amenazar a Damasco con un ataque militar si se comprobaba que estaba prestando ayuda a Irak y escondiendo a sus funcionarios. Sin embargo, Powell descartó ayer que Siria se haya convertido en un blanco futuro para Estados Unidos.
"Deseamos establecer una atmósfera de paz en la región y alcanzar una solución global que respete los intereses de Siria y el Líbano", afirmó el secretario de Estado norteamericano.
También indicó que había destacado ante Lahud la importancia de que el ejército libanés se despliegue en la frontera con Israel y desplace de allí a la guerrilla del Hezbollah.
Este grupo, considerado por Washington una organización terrorista, lideró la resistencia contra Israel en el sur del Líbano, de donde el ejército del primero se retiró en mayo de 2000, tras veintidós años de ocupación.
Beirut rechaza enviar a su ejército a la frontera hasta que las tropas israelíes se retiren de las granjas de Chebaa, en la frontera con Siria e Israel, que éste ocupa y el Líbano reclama.
Damasco y Beirut rechazan que el Hezbollah (Partido de Dios) sea una agrupación terrorista y sostienen que se trata de "un grupo de resistencia contra la ocupación".
"Reiteramos la importancia de mantener la calma en la frontera sur del Líbano", destacó Powell.
La llegada de Powell a Beirut fue acompañada por una nutrida manifestación de protesta en el aeropuerto en rechazo a la visita del funcionario estadounidense y a la presencia militar siria en el país.
Durante su estada en el Líbano, Powell subrayó la importancia de que Siria retire a los cerca de 20.000 soldados que mantiene en territorio libanés desde 1976, y afirmó que Estados Unidos "apoya un Líbano independiente y libre de las tropas extranjeras".
En busca del acuerdo
Sin embargo, el punto central de la gira por ambos países fue el pedido de apoyo a la nueva "hoja de ruta" para la región. En ese sentido, el jefe de la diplomacia estadounidense instó a Beirut y a Damasco a que se comprometan con el plan de paz elaborado por el denominado "cuarteto de Madrid" (Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU), que procura sentar las bases para un nuevo acuerdo entre israelíes y palestinos.
La iniciativa fija tres fases para llevar a cabo un plan que incluye la declaración del nuevo Estado palestino e intenta alcanzar una solución para la traza de las fronteras entre ambas naciones y el retorno de los refugiados palestinos.
Powell también instó a que el nuevo primer ministro palestino, Abu Mazen, actúe para poner fin al "terrorismo" en los territorios palestinos. Al mismo tiempo, afirmó que su país presionará al gobierno israelí para que "haga todo lo posible" a fin de reanudar las negociaciones y establecer la paz en la región.
El ministro de Asuntos Exteriores libanés, Jean Obeid, insistió en que el Líbano "busca la paz" y en que "se respeten los derechos de los palestinos", y reiteró que su país "está contra el terrorismo". Agregó que Israel "no podrá vivir en paz, si no se alcanza una solución global" al conflicto árabe-israelí, en alusión a las exigencias de Beirut y Damasco de que el Estado judío se retire de la meseta siria del Golán y de las granjas de Chebaa.
Mazen y Sharon
- JERUSALEN (EFE).- La oficina del primer ministro palestino, Abu Mazen, confirmó que se realizan gestiones para concertar una entrevista con su colega israelí, Ariel Sharon. No se precisó en qué fecha se realizaría, pero sí que antes Mazen se reunirá con el subsecretario de Estado norteamericano, William Burns, que llegará a la zona hoy, para preparar un próximo viaje de Colin Powell a Medio Oriente.
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