EE.UU. prepara una ofensiva en Najaf y en Fallujah
BAGDAD.- En dos operaciones militares de alto riesgo militar, el ejército estadounidense se prepara para lanzar de un momento a otro una fuerte ofensiva sobre las ciudades de Najaf y Fallujah, bastiones claves de los rebeldes chiitas y sunnitas, respectivamente, con los que pretende asestar un fuerte golpe a la insurgencia iraquí.
Pese a que la coalición liderada por Estados Unidos llegó ayer a un nuevo acuerdo con representantes de Fallujah para un cese del fuego por otros dos días en la ciudad, el presidente norteamericano George W. Bush tendría decidido atacar ese bastión del llamado "triángulo sunnita", cercado desde hace semanas por los marines.
Bush dialogó durante el fin de semana con el jefe de las tropas estadounidenses en Irak, John Abizaid, para analizar la situación en Fallujah, y tendría decidido ordenar una ofensiva, dijeron fuentes oficiales citadas ayer por el diario The New York Times.
Las mismas fuentes indicaron que el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, ha expresado sus dudas respecto de que las negociaciones que Estados Unidos lleva adelante con dirigentes sunnitas de Fallujah tengan algún poder de influencia sobre los insurgentes, opuestos a la ocupación.
En el mismo sentido, el general Mark Kimmitt, vocero militar en Irak, dijo: "Si los beligerantes de Fallujah no demuestran buena fe, la coalición está lista para actuar".
Por otra parte, en la ciudad santa chiita de Najaf, también cercada por fuerzas de ocupación, la situación podría complicarse aún más ya que los rebeldes están dispuestos a impedir el ingreso de tropas extranjeras y habrían reunido un gran número de armas en las mezquitas a la espera de un ataque.
Paul Bremer, el administrador estadounidense en Irak, dijo que la insurgencia acumula armas "en mezquitas, lugares sagrados y escuelas de Najaf", y que esa situación "peligrosa para la población debe cesar".
Pese a las advertencias sobre los riesgos de entrar a la ciudad santa chiita, el general estadounidense Mark Hertling dijo ayer que las tropas estadounidenses ocuparán parte de Najaf, donde se refugia uno de los líderes de esa comunidad, el clérigo radical Muqtada Al-Sadr, pero evitarían ingresar en lugares santos para no enfurecer aún más a la población.
Las fuerzas de ocupación juran que pese a todo impondrán el control en Najaf y llevarán a Al-Sadr ante la Justicia por el presunto asesinato de otro clérigo y por convocar al levantamiento contra las autoridades provisionales del país.
El enviado de las Naciones Unidas a Irak para la creación de un gobierno iraquí, Lakhdar Brahimi, exhortó a Washington ayer a que pisara con cuidado en el asedio de Fallujah y a que evitara provocar a una población ya furiosa.
En cuanto a Najaf, una de las ciudades más sagradas de la comunidad chiita, Brahimi advirtió sobre la posibilidad de un desastre si las tropas entran en la ciudad para detener al clérigo radical Al-Sadr. "Es una ciudad con mucha historia", dijo el funcionario, al referirse al peligro de que un ataque provoque graves daños materiales y humanos.
Luego de un atentado contra dos terminales petroleras en la zona de Basora, el ministro de petróleo iraquí, Ibrahim Bahr al Ulum, declaró que esperaba para hoy la reanudación de las exportaciones petroleras desde el sur del país.
En tanto, la ola de violencia continuó ayer en varias ciudades de Irak. Un soldado estadounidense murió en Bagdad por la explosión de una bomba artesanal y varios civiles iraquíes, entre ellos algunos niños, perecieron en un tiroteo que siguió a la deflagración. En Kirkuk, en el norte, un policía perdió la vida y cinco personas resultaron heridas en un ataque con cohete antitanque contra la policía local.
Asimismo, soldados españoles que se concentran en la ciudad de Diwaniyah para comenzar a abandonar el país -ayer iniciaron el repliegue de vehículos y tropas de Najaf- tuvieron un choque con rebeldes. Una patrulla española mató a dos iraquíes de un grupo que les había tendido una emboscada en Diwaniyah, en el sur de Irak, según informó el gobierno en Madrid.
Corea del Norte
- SEUL (AP).- Corea del Norte acusó ayer a Washington de estar preparando un ataque en su contra y dijo que revisará parte del armisticio que puso fin a la guerra de Corea hace cinco décadas. Pyongyang citó los planes norteamericanos de entregar a Seúl la administración de un puesto de control en la tensa frontera entre ambas Coreas como una señal de que Washington está preparando una ofensiva militar. "La decisión de EE.UU. de retirarse de Panmunjom indica que los preparativos para un ataque están ingresando en su fase final", afirmó un vocero militar citado por la agencia oficial de noticias.