Egipto: aceleran el calendario electoral para frenar la crisis
El gobierno interino nombró premier a un reputado economista; los islamistas llaman a más protestas
EL CAIRO.– Presionados por los violentos disturbios de los últimos días que dejaron un saldo de decenas de muertos, los gobernantes interinos de Egipto anunciaron un calendario electoral más rápido de lo esperado para restaurar la democracia y poner fin a la crisis que vive el país desde que hace una semana fuera derrocado por los militares el presidente Mohammed Morsi.
La hoja de ruta presentada por el presidente interino, Adly Mansur, establece la celebración de elecciones parlamentarias en un plazo de unos seis meses, a las que seguirían unos comicios presidenciales. Previamente, las nuevas autoridades cívico-militares convocarán a un grupo de expertos para redactar una nueva Constitución que reformule la aprobada en 2012.
Las revisiones de la Carta Magna serán consensuadas por representantes de "todos los sectores de la sociedad" antes de ser sometidas a un referéndum a finales de noviembre, según el comunicado oficial.
La Constitución de 2012 fue elaborada por una comisión de expertos nombrada por un Parlamento dominado por los islamistas, y contó con una fuerte oposición por parte de grupos liberales y de la izquierda.
Para evitar más divisiones en el frente opositor, Mansur nombró ayer como primer ministro al economista liberal y ex ministro de Finanzas Hazem al-Beblawi, de 76 años. Se trata de un candidato de consenso, apoyado por el movimiento salafista Al-Nour, que se opuso el sábado pasado a la designación de Mohammed El Baradei. El premio Nobel de la Paz ocupará finalmente la vicepresidencia y estará encargado de las relaciones exteriores del país, según anunció un vocero de la presidencia interina.
El nombramiento de Al-Beblawi se produce una semana después de que un golpe militar derrocara a Morsi tras las masivas protestas callejeras impulsadas por el movimiento popular Tamarod (Rebelión). En un intento por calmar los ánimos, el gobierno anunció ayer que le ofrecerá cargos en su gabinete a funcionarios de los Hermanos Musulmanes, pero este gesto podría no ser suficiente.
Los Hermanos Musulmanes, el grupo islamista que exige el regreso al poder de Morsi, rechazaron tanto el decreto sobre el calendario electoral emitido por las autoridades interinas como los nuevos nombramientos, y llamaron a sus seguidores a nuevas protestas callejeras. Essam al-Erian, dirigente de los Hermanos, dijo que el decreto de Mansur constituye "una usurpación del poder legislativo".
Anteayer, el ejército mató a 51 seguidores de Morsi cuando una multitud se dirigía hacia el cuartel general de la Guardia Republicana, donde se supone que está retenido el líder islamista.
La violencia generó alarma entre países que financian al ejército como Estados Unidos y la Unión Europea, así como en Israel, con el que Egipto tiene un tratado de paz respaldado por Washington desde 1979.
La Casa Blanca se mostró ayer "cautamente optimista" sobre el calendario electoral propuesto por el gobierno interino. "No vamos a imponer un calendario, somos cautamente optimistas sobre un plan que incluye el retorno a un gobierno democráticamente electo, elecciones parlamentarias y presidenciales", dijo Jay Carney, vocero presidencial.
Denuncia de Rusia contra los rebeldes sirios
El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, denunció ayer que los rebeldes sirios utilizaron armas químicas en un ataque perpetrado el 19 de marzo pasado, cerca de la ciudad de Aleppo. El diplomático manifestó que la información fue obtenida en una investigación realizada por expertos rusos.
"Los rebeldes usaron armas químicas, no el ejército" de Bashar al-Assad, dijo Churkin, y señaló que se trató de "gas sarín". El funcionario entregó un informe de más de 80 páginas al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
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