Corresponsal por un día. El arte de convivir
Por Justo N. Casal jncasal@hotmail.com Desde Kenya
Todavía me acuerdo cuando llegué al Jomo Kenyatta International Airport hace ya casi unos cuatro años. El viaje desde Carolina del Sur, U.S.A, a Kenya fue algo cansador pero como dice el dicho en inglés, no pain no gain.
Mis padres me estaban esperando en el aeropuerto que tiene el nombre del primer presidente kenyano. Kenya se independizó de Gran Bretaña en 1963.
Muchas personas me saludaban en un idioma totalmente desconocido y cuando me hablaban en inglés, el acento era tan distinto que me resultaba difícil entenderles. La mezcla de los idiomas locales y el inglés británico, yo acostumbrado al acento americano, hicieron que tenga un hard time para poder comunicarme con la mayoría de kenyanos o los wananchi como se dice en el idioma oficial, Kiswahili.
Para la mayoría de los locales el inglés no es el idioma secundario sino el terciario. Kenya está compuesta por 42 tribus y cada una tiene su propia lengua. Aunque haya sólo dos raíces preponderantes de donde provienen estas tribus, los bantus y los niloticos (también hay kenyanos de origen cushitico), todas tienen sus peculiaridades.
Una vez que se pueden distinguir las tribus niloticas como los maasai, los samburu, o los luos y aquellas que son bantus como los kikuyus (la tribu mayoritaria en Kenya) los meru o los luyha, uno sabe cómo dirigirse a los miembros de estas tribus cuando se habla el idioma heredado de la colonia, el inglés.
Cuando, por ejemplo, se habla con los luos, que están situados al oeste kenyano junto a la frontera con Uganda, uno se tiene que esmerar en hablar claramente con palabras sofisticadas. Estos son considerados como los intelectuales dentro de Kenya y el gobierno actual tiene miembros de este clan en posiciones claves donde el intelectualismo es un factor importante. Cuando se habla con los kikuyus, conocidos por ser los businessmen dentro de Kenya, la velocidad con la que ellos hablan es muy rápida y la letra "R" no la pueden pronunciar. Cuando uno no está seguro de la tribu de la persona con la que uno está hablando, por las similitudes físicas con otros miembros de otras tribus, es latente como su dialecto los delata. Pobre mi madre siempre que habla con un kikuyu la llaman G[l]aciela en vez de Graciela. Al escuchar como pronuncian su nombre ella sabe cómo dirigirse a estos y qué esperar de ellos según los estereotipos con los cuales uno se familiariza después de estar viviendo por un tiempo en el país.
Los kamba, que también son de origen bantu, tienen dificultades en pronunciar la "L" y simplemente dicen lo necesario para ser entendidos. Pareciera que son fríos, sin gracia, a la hora de expresarse en inglés pero esto es parte de su cultura.
Aunque en Kenya el idioma hablado por todos los miembros de estas tribus, y que a la vez los une como nación, es el kiswahili, les recomiendo que sepan diferenciar los acentos de estas tribus para saber cómo encarar una conversación con ellos a la hora de negociar, como así no confundirlos con miembros de otra tribu ya que esto puede ser muy mal recibido. Por lo general, esto no pasa sólo en Kenya sino en todo el continente africano.
¡Kwaheri -adiós en kisawhili- desde Kenya y que tengan un feliz 2004!
lanacionar