El caso de las cartas bomba aún mantiene varios interrogantes
Todavía no se conoce el móvil del sospechoso ni cómo impactará en la campaña electoral
WASHINGTON.- El cuadro parece completo: un seguidor de Donald Trump lleva su fanatismo al extremo y envía paquetes bomba a dirigentes y simpatizantes de la oposición demócrata que el presidente republicano tanto odia. Pero tras una semana de pánico, quedaban ayer más preguntas que respuestas sobre el caso que tuvo en vilo a Estados Unidos , desde cosas prácticas como el tipo de bombas enviadas hasta el efecto en la campaña para las elecciones legislativas del 6 de noviembre.
Cesar Sayoc, un hombre con antecedentes penales, se lo hizo fácil al FBI al dejar sus huellas en los sobres enviados. Pero el objetivo preciso y el móvil son menos claros.
Dentro de los paquetes había tubos de PVC de unos 15 centímetros de largo, repletos de pólvora y equipados con un detonador que debía reaccionar con el calor. Algunas de esas bombas estaban fabricadas de manera que no podían funcionar. ¿Es obra de un delincuente poco profesional? ¿O fue un engaño deliberado?
La misma dificultad surgió a la hora de discernir los efectos políticos de los paquetes. Cuando falta poco más de una semana para las cruciales elecciones de medio término que pueden alterar el balance de poder en Washington, y una vez superado el peligro, se abrió el debate: ¿a quién beneficia el incidente de las cartas bomba?
Los fieles de Trump sostienen que él es la única víctima de los paquetes explosivos. En todo caso, los republicanos perdieron la oportunidad de hablar sobre otros temas en una fase importante de la campaña y los demócratas fueron los blancos.
Un interrogante que sí se despejó desde el momento de la detención de Sayoc es el del tono del presidente, que dejó claro anteanoche que no cambiará su retórica.
Primero dijo ante un grupo de periodistas que él no era culpable de los atentados, e incluso afirmó que ya había moderado el tono. Sin embargo, poco después, durante un acto electoral, volvió a arremeter contra los medios y los demócratas. Ya había minimizado días antes los paquetes bomba y dio a entender que se trataba de un debate impostado.
"La cobertura constante e injusta de los medios, la hostilidad profunda y los ataques negativos solo sirven para separar a las personas y socavar el debate saludable", dijo el presidente. Y acusó a la prensa de sacar ventaja de "las acciones siniestras de un individuo para sumar puntos políticos en mi contra y contra el Partido Republicano".
Los investigadores interceptaron en total 14 paquetes bomba dirigidos, entre otros, al expresidente Barack Obama y a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, así como otras destacadas figuras y simpatizantes demócratas, como el actor Robert De Niro. Todas fueron detectadas y desactivadas y nadie resultó herido.
Los investigadores intentaban avanzar en tanto sobre la vida del detenido. Afiliado al Partido Republicano, sus mensajes en las cuentas de Twitter y Facebook dejaron ver que era un seguidor de Trump. "Todos los días soltaba comentarios hostiles hacia los homosexuales, antisemitas o contra los negros", dijo al The Boston Globe una mujer que lo contrató como repartidor de pizzas.
Horas antes de ser arrestado, Sayoc estuvo tocando música en un club nudista de Florida, el Ultra Gentlemen's Club, en West Palm Beach. Durante los últimos dos meses, al menos cuatro veces por semana Sayoc estacionó cerca del club su furgoneta Dodge blanca con calcomanías que apoyaban a Trump.
Según describió el gerente del club, a veces trabajaba como DJ y otras, como portero. Pero allí, al menos, casi nadie conocía sus inclinaciones políticas.
Agencias DPA y ANSA
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