El feminismo movilizó a España y le dio un fuerte revés a la derecha

MADRID.- Por segundo año consecutivo el movimiento feminista paralizó buena parte de la actividad en España con huelgas y manifestaciones reivindicativas, a la vez que está pegando la peor paliza al derechista Partido Popular (PP) por no sumarse a esas movilizaciones.

"Están perdiendo a su electorado con esa actitud", reclamaban analistas políticos locales. Muchos de ellos, simpatizantes con esa corriente política.

Las críticas que le está generando su rechazo a esa convocatoria llegan cuando faltan apenas seis semanas para las elecciones generales, luego de que el presidente socialista, Pedro Sánchez, tirara la toalla y declarara el final anticipado de la legislatura que asumió hace solo ocho meses.

Miles de personas, en su mayoría mujeres, coparon plazas y espacios públicos por toda España. "Si no nos movemos, perdemos", es uno de sus lemas.

Una de las concentraciones más llamativas se produjo en la ciudad vasca de Bilbao, tan masiva que hizo que buena parte de la asistencia no pudiera llegar a la plaza central y se quedara del otro lado de la característica ría que divide la ciudad en dos.

El PP consideró "inadmisible" el manifiesto de convocatoria, en el que se cuestiona posiciones de derecha y, a diferencia del año anterior, decidió no concurrir. "Son unos energúmenos", gritaron en varias de esas marchas ante su ausencia.

"¡Casado… yo te hubiera abortado!", fue uno de los duros estribillos contra Pablo Casado, el líder del PP.

El joven dirigente tuvo que cambiar sobre la marcha el programa de un acto proselitista en la ciudad valenciana de Castellón para evitar que una manifestación de estudiantes lo repudiara en plena campaña.

A puertas cerradas, en diálogo con periodistas, el dirigente cargó a su vez más contra "la discriminación de un feminismo radical que sólo te admite si eres de izquierda".

El acercamiento del PP con la derecha radical de VOX, un partido abiertamente crítico con el feminismo, le hizo redefinir el discurso y lo descolocó ante un reclamo que parece mucho más transversal que las posiciones partidarias.

"Están cometiendo el peor error imaginable y esto será castigado en las urnas" evaluó Benjamín Prada, un analista que suele ser afín a posiciones conservadoras.

"No hace falta ser de izquierda para defender la igualdad de derechos de la mujer. Hubiera bastado estar en la plaza con pancarta propia. Pero lo que no podían hacer era no presentarse", evaluó.