El gobierno ajusta los controles para poner freno a los turistas cambiarios
Las diferencias entre el dólar oficial y el paralelo incentivan las artimañas para obtener divisas
CARACAS.- En el sector de inmigraciones del mayor aeropuerto de Caracas, cerca de una docena de oficiales con remeras rojas y gorras de béisbol controlan al azar a pasajeros que salen del país.
En realidad, no son ni oficiales de policía ni guardias de aduana, sino burócratas de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), encargados de investigar si la documentación de los viajeros concuerda con su pedido de compra de dólares, tan difíciles de conseguir en Venezuela.
Los nuevos controles, lanzados este mes, contribuyeron a enfurecer a las largas filas de espera en el aeropuerto internacional Simón Bolívar, de Caracas.
"Lamentablemente, la gente siempre intentará burlar al sistema", dijo el fotógrafo Francisco Blanco, al mirar con irritación la lenta fila de su vuelo hacia París. "El problema es que seguimos teniendo controles cambiarios. Así que hay muchos trucos. Y como el dólar está tan alto en el mercado negro, es difícil impedirlo", añadió.
El así llamado "turismo cambiario" se convirtió en un verdadero problema para el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Los venezolanos hacen diferencia con jugarretas en ese mercado cambiario estrictamente regulado.
Existen límites para el acceso al dólar al precio oficial, de 6,3 bolívares por dólar. Pero con un pasaje en avión, cualquiera puede comprar hasta 3000 dólares a ese precio con bolívares venezolanos. Muchos de esos billetes verdes son desviados para su venta al mercado negro, donde el dólar cuesta más de siete veces la tarifa oficial (45 bolívares).
Cuanto más lejano sea el destino del pasajero, más cantidad de dólares tiene permitido comprar, lo que implica que también existe un mercado ilegal de pasajes para burlar a la Cadivi cuando se realiza el pedido de divisa extranjera.
"Somos muy rigurosos con la autenticidad de los pasajes", dijo el director de seguridad del organismo, Rafael Marfisi, mientras una fila de pasajeros se apresuraba a que controlaran sus datos en una base de datos computarizada.
"Muchos le dicen al Cadivi que viajan a destinos como Costa Rica, Perú y Ecuador. Pero después viajan a lugares más cercanos, como Panamá, Aruba o Curaçao."
Para un viaje dentro del Caribe, los venezolanos pueden comprar hasta 1000 dólares a precio oficial, mientras que si viajan a Perú pueden adquirir el máximo permitido, de 3000 dólares.
Fuga de capitales
Una década de controles cambiarios, establecidos por el fallecido Hugo Chávez, poco ha servido para frenar la fuga de capitales y la inflación.
La economía de Venezuela está acuciada por la escasez de productos básicos, y la inflación anual arañó el mes pasado el 50%.
Los controles tienen lugar después de que los pasajeros pasaron la seguridad aeroportuaria y antes de los mostradores de migraciones.
El operativo es parte de un programa piloto ordenado por Maduro, que se ha propuesto terminar con el turismo cambiario, al que incluyó dentro de la "guerra económica" que libran contra su gobierno.
"Hemos descubierto a personas que piden dólares en nombre de menores, pero después esos chicos no suben a bordo", dijo Marfisi.
Mientras se encontraba en el aeropuerto con un grupo de periodistas, su equipo identificó a cuatro viajeros cuyas solicitudes de dólares no coincidían con sus registros.
Esos casos son derivados a los fiscales del Estado, quienes luego deciden si presentan cargos por comercialización ilegal de divisas, cuya consecuencia puede ser desde una multa hasta siete años de cárcel.
El personal del aeropuerto que se ocupa normalmente de controlar el transporte de sustancias ilícitas o el contrabando ahora también tiene derecho a controlar la billetera o la cartera de los pasajeros en busca de dólares, así como la presencia de tarjetas de crédito a nombre de amigos o familiares.
En medio de las caras largas y las quejas, también había quienes apoyaban los controles.
"Los cupones de la Cadivi no deben transferirse, y los recursos del Estado deben ser utilizados para la educación, el deporte o el crecimiento del turismo", dijo Wolfgang Mejías, esgrimista profesional, mientras esperaba su vuelo a Europa.
"A mí no me molesta que me controlen y me hagan algunas preguntas", agregó.
Ahora, el gobierno planea incluso implementar lectores de huellas dactilares para hacer un seguimiento más estricto de los venezolanos que viajan al exterior.
El chavismo afirma que no devaluará
El ministro de Petróleo y vicepresidente del área económica de Venezuela, Rafael Ramírez, negó ayer que el gobierno planee una devaluación del bolívar, al afirmar que la economía cuenta con las divisas suficientes. Además, calificó de "falsos" e "interesados" esos rumores.
"No está planteada una devaluación. Con esta cantidad de divisas que nosotros tenemos, hemos pagado deudas", dijo Ramírez, que además de vicepresidente económico es la máxima autoridad de la principal fuente de divisas del país: Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
El funcionario señaló que el gobierno no se dejará chantajear. "Si lo que quieren es que nosotros salgamos a anunciar una devaluación, están perdiendo su tiempo", dijo, tras acusar a "algunos sectores" y a los "grandes medios de comunicación" de buscar una medida en ese sentido.
Eyanir Chinea
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