El incidente del barco, señal de las penurias de Cuba
MIAMI.- La captura en Panamá de un barco de carga norcoreano que transportaba equipamiento militar cubano en desuso y necesitado de reparaciones es más una señal de las penurias que se viven en La Habana que de una amenaza militar concreta.
Aunque Cuba tal vez haya violado las sanciones de las Naciones Unidas que prohíben el intercambio militar con Corea del Norte, con la infracción tal vez no se gane más que un tirón de orejas, ya que el armamento en cuestión pertenece a la era soviética y no parece tener conexión con la preocupación internacional por la proliferación de armas nucleares que impulsa Pyongyang.
"Hasta donde sabemos, los efectos militares son desdeñables", dice Philip Peters, experto en Cuba del Centro de Investigaciones Cubanas, con sede en Virginia. "El material en cuestión no tiene relación alguna con las preocupaciones centrales de la comunidad internacional respecto de Corea del Norte, que son las referidas a armas nucleares y misiles balísticos."
La carga incluía dos baterías de misiles tierra-aire, nueve misiles desensamblados, dos aeronaves MiG-21 y 15 motores MiG, todos de fabricación militar soviética de mediados del siglo pasado.
Los militares cubanos estaban "usando armas y equipamiento de una vetustez pasmosa", y hace rato que el Pentágono tachó a la isla de su lista de amenazas militares, dijo Hal Klepak, profesor de historia y estrategia de la Real Escuela Militar de Canadá y autor de un libro sobre las fuerzas armadas cubanas.
Al mismo tiempo, la doctrina militar cubana fue pensada para disuadir cualquier ataque, y su capacidad defensiva necesitaba urgentemente una puesta al día, agregó Klepak.
"Nada de lo que tiene Cuba, como lo dejó en claro repetidamente el Pentágono en sus propios análisis, constituye una amenaza para Estados Unidos u otros países de la región, pero si Cuba no demuestra que al menos conserva una capacidad de defensa aérea en funcionamiento, por limitada que sea, no podrá convencer a nadie de que conquistar la isla no sería fácil", señaló Klepak.
En un informe de 1998, el Pentágono concluyó que el colapso del bloque soviético, en 1991, había erosionado seriamente el tamaño y el poderío militar de Cuba, y que ya no constituía "una amenaza relevante para Estados Unidos". El informe consignaba que el ejército cubano ya no era capaz de realizar "operaciones efectivas" debido a la obsolescencia de su equipamiento, y que la fuerza aérea de la isla contaba con menos de dos docenas de MiG operativos.
Cuba dijo que las armas "obsoletas" eran enviadas a Corea del Norte para ser reparadas e insistió en su compromiso con el desarme nuclear y las leyes internacionales.
Klepak calificó los MiG-21, que empezaron a volar en la década de 1950, como "irrecuperables y obsoletos", al igual que los sistemas de radares antiaéreos que al parecer estaban a bordo del barco. "Cuba no puede comprar nada nuevo y no tiene talleres de reparaciones propios que puedan cubrir sus necesidades. Así que si no desecha la aeronave por completo, por lo menos necesita repararla y potencialmente actualizarla en algunos aspectos", señaló Klepak.
La asfixiante situación financiera de Cuba fue seguramente la que la forzó a recurrir a Corea del Norte, que le permite a La Habana hacer un trueque, tal vez por azúcar, señala Klepak, y agrega que los norcoreanos ya realizaron reparaciones similares de armamentos en el pasado a cambio de comida.
La subrepticia naturaleza del cargamento y el transponedor apagado del barco que salió del canal de Panamá para recoger las armas cubanas son indicadores de que los cubanos sabían que estaban violando las sanciones de las Naciones Unidas, pero que prefirieron correr el riesgo de ser capturados, concuerdan analistas.
Para Peters, Cuba metió la pata y "se merece las críticas por violar la resolución de la ONU. Pero de ahí a pensar que de este hecho se desprenda que Cuba es una gran amenaza para la seguridad nacional hay un gran trecho, sobre todo porque esa amenaza no existe", dice Peters.
"Los militares cubanos jamás han sido una amenaza ofensiva para Estados Unidos, y durante los últimos 20 años son la cáscara de lo que alguna vez fueron", agregó.
Washington minimizó la detención
- El gobierno de Estados Unidos dijo ayer que no ve el incidente del barco norcoreano detenido en Panamá como un asunto bilateral con Cuba, sino que está centrado en "la posibilidad de que se hayan violado sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Corea del Norte".
- Una violación de este tipo por parte de Pyongyang sería "increíblemente preocupante", subrayó la vocera del Departamento de Estado Marie Harf, que además reconoció que el gobierno de Estados Unidos mantiene su intención de conversar pronto con La Habana sobre el asunto del buque con armamento cubano, que indignó a miembros del Congreso norteamericano.
Traducción de Jaime Arrambide
David Adams
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