El juicio a Urdangarín, con todos los rasgos de un circo
MADRID.– La citación judicial de un miembro de la familia real es una situación inédita en la historia de España. Pero, sobre todo, será un evento muy especial para la opinión pública, en vilo ante lo que sucederá el sábado 25 de febrero: ese día, Iñaki Urdangarín, duque de Palma y yerno del rey Juan Carlos I, se presentará a declarar como imputado en los tribunales de Palma de Mallorca por su presunta participación en un escándalo de corrupción y malversación de fondos públicos.
La expectativa ya se puede palpar en el tamaño del circo que se ha montado alrededor del juzgado ubicado en el número 15 de la calle Parellades, hoy una de las direcciones más buscadas de España.
Allí, puede encontrarse de todo: balcones de los edificios linderos alquilados a los canales de televisión por 1200 euros, pedidos de protección de otros imputados "contra huevos y otros alimentos que pueda arrojar el público" y hasta la versión de que el duque de Palma ingresará de incógnito en los tribunales. Estos son, apenas, algunos de los ingredientes que contribuyen al espectáculo del proceso, que comenzó ayer.
Sin embargo, cuando aún restan dos semanas para que Urdangarín se siente ante el juez José Castro Aragón, el eje de la mayor polémica está centrado en el trato que recibirá el esposo de la infanta Cristina.
Las dudas surgieron en los últimos días, cuando el magistrado aceptó el pedido de la defensa del imputado de "no permitir registrar en video digital" la declaración del duque, quien podrá presentar un escrito.
La controversia se avivó aún más anteayer, luego de que la vocera del Consejo General del Poder Judicial, Gabriela Bravo, defendió la decisión del juez Castro de darle protección especial a Urdangarín mediante un argumento que causó irritación.
"No todos los imputados son iguales, ni están sometidos a la misma presión mediática", dijo la funcionaria, que también pidió "no estigmatizar su imagen".
Las voces de protesta no se hicieron esperar… e hicieron notar que Urdangarín, acusado de desviar una suma cercana a los seis millones de euros de dinero público de Valencia y las Islas Baleares en beneficio propio, no tiene menos "presión mediática" sobre sus espaldas que el juez Baltasar Garzón o el ex presidente de la comunidad valenciana, Francisco Camps.
Tanto el magistrado recientemente inhabilitado como el político del Partido Popular (PP) acusado de participar en la trama "Gürtel", fueron sometidos a sendas indagatorias registradas en video y difundidas parcialmente por la televisión y los diarios digitales.
Sin embargo, para Bravo, el duque parece estar más allá de todo. "No en todas las ocasiones se puede estigmatizar también tanto la imagen o el honor de una persona, que creo que concretamente, en el tema de Urdangarín, se tiene con quién es", remarcó.
Otro tema que genera ansiedad, en especial entre los 60 medios que ya se acreditaron para cubrir la citación del duque desde la puerta de los tribunales, es si el yerno del rey ingresará a pie o en auto.
Esta discusión es sólo en apariencia una nimiedad, ya que también inquieta al Palacio de la Zarzuela. Así lo reconoció el juez decano del Partido Judicial de Palma, Francisco Martínez Espinosa, que señaló que está "a la espera" del pedido de la Casa del Rey que "justifique" la adopción de medidas excepcionales de seguridad para proteger la integridad del duque acusado de malversar fondos estatales. Estas "medidas excepcionales", además de la "excepcionalidad" de no ser grabado en video, implicarían el desplazamiento del duque en automóvil hasta el juzgado y, posiblemente, también el uso de custodia especial.
Ese mismo tema también inquietó al ex socio de Urdangarín, Diego Torres, quien también tendrá que declarar en calidad de imputado. Su abogado no ocultó su temor de que Torres fuese agredido por las personas que se pudieran reunir frente al juzgado.
"Es posible que se produzca el lanzamiento de efectos como huevos, tomates, y quién sabe si otra suerte de alimentos o elementos", dijo el letrado Manuel González Peeters al momento de justificar el pedido de protección especial para su defendido. "Lo que sucede –agregó el letrado– es que desde hace unos días viene propagándose a través de distintos medios de comunicación un espectáculo circense a ejecutar por amables ciudadanos."
Las sospechas de González Peeters se apoyan en la pelea de los medios por asegurarse un lugar cercano a la puerta del juzgado. De todos modos, los balcones y sitios con mejores vistas empezaron a subir su cotización para esa fecha, y ya engrosan los ingresos de los propietarios de esas viviendas en cantidades que oscilan entre los 800 y 1200 euros. Y todo por capturar una imagen que, a pie, en auto, nítida o borrosa, ya está destinada a entrar en la historia de España.
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