El lenguaje corporal lo dijo todo en el debate
DENVER.- El republicano Mitt Romney se mostró anteanoche como un hombre enérgico y pulido, mientras que el demócrata Barack Obama pareció despreocupado e inseguro, en un debate presidencial que dejó al descubierto tanto sus diferencias de estilo como de sustancia.
Famoso por su elocuencia, el presidente trastabilló e hizo pausas frente a varias preguntas y, cuando no era su turno de hablar, bajaba la mirada, como desconcentrado. Romney, ex ejecutivo de un fondo de inversión, habló ordenadamente y fue más conciso que Obama, quien casi no pudo imprimirle a su discurso su habitual estilo de profesor.
"En lo que se refiere al lenguaje corporal, Romney salió ganando", dijo Janine Driver, experta en lenguaje corporal y autora del libro You Can't Lie to Me ( No puedes mentirme ).
Driver explicó que Obama mantenía la cabeza inclinada y no erguida, lo que suele mostrar falta de confianza. Romney mantuvo su cabeza "derecha" y sus ojos enfocados ya fuese en el presidente o en el moderador, un gran progreso respecto de su habitual costumbre de mover constantemente los ojos en todas las direcciones, dijo Driver.
"Si alguien de otro país hubiese observado el debate basándose sólo en el lenguaje corporal, habrían pensado que Romney ya era presidente", aseguró.
Y se sabe que los movimientos escénicos pueden dejar una impresión muy fuerte en los espectadores estadounidenses.
Los frecuentes suspiros del vicepresidente demócrata Al Gore durante un debate con el republicano George W. Bush, en 2000, no cayeron bien entre los votantes, y la miradita que le echó el presidente George H. W. Bush a su reloj durante un debate en 1992 lo hizo parecer impaciente.
Ni Obama ni Romney cometieron ninguna gaffe de lenguaje corporal que definiera el primero de los cuatro debates presidenciales previos a las elecciones del 6 de noviembre.
Pero el estilo más enérgico de Romney transmitió confianza y autoridad, mientras que Obama pareció estar más lejano y desapegado. Sin embargo, con Obama liderando las encuestas previas al debate, sólo un cambio en los guarismos demostrará si su lenguaje corporal o el de Romney tuvieron algo más que un impacto visual.
"Creo que Romney hizo bien en mostrarse comprometido y enérgico, pero en líneas generales no parece ser un debate que vaya a mover significativamente el amperímetro del electorado", dijo Julian Zelizer, profesor de historia de la Universidad de Princeton.
Traducción de Jaime Arrambide
Jeff Mason
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