El magnate le imprime su sello al Salón Oval
LA NACION
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/3UQ4BDYHBJBNNGQ5CPTALEPOGI.jpg)
WASHINGTON.- En su primer día en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump quiso agregar un toque personal al Salón Oval, donde hizo colocar cortinas y sillones dorados, además de reponer la estatua del ex primer ministro británico Winston Churchill (1940-1945), que había sido retirada por su antecesor, Barack Obama. Es algo habitual que los nuevos presidentes pongan a su gusto la decoración del emblemático Salón Oval a su llegada a la Casa Blanca. En este caso, el magnate, un fanático del dorado tal y como lo reflejan sus propiedades repartidas por el mundo, eligió ese color para unas cortinas que fueron granate durante el segundo mandato de Obama, tras pasar los primeros cuatro años en beige.
Conforme a los criterios de
Conocé The Trust ProjectMás leídas de El Mundo
Qué dijo. La reacción de la abogada de Johnny Depp cuando le consultaron por los rumores de romance con el actor
Fuego en Moscú. El incendio en el “mayor centro de investigación del mundo” vuelve a desatar las teorías de sabotaje en Rusia
Figura "tóxica". El regreso de Juan Carlos a España incomoda incluso a la realeza: la drástica medida de Felipe VI
"Extremadamente difícil". Zelensky se refirió a la batalla en el este de Ucrania y le mandó un mensaje a Rusia