España. El "operativo retorno" del rey, una experiencia tortuosa y llena de titubeos
En su primer acto público fuera de la Zarzuela, Juan Carlos no pudo esconder su deteriorado estado de salud y pronunció un discurso lleno de errores y silencios inesperados
MADRID (De nuestro corresponsal).- La primera prueba de fuego en el "operativo retorno" de Juan Carlos I resultó una experiencia tortuosa. El rey encabezó ayer un acto militar en el que exhibió las secuelas de sus últimos problemas de salud y sufrió a la hora de leer su discurso, diez minutos llenos de titubeos, errores y silencios inesperados.
Tan traumática fue la imagen del monarca luchando por terminar su mensaje que la Casa Real lo justificó minutos después a través de sus voceros: dijo que "no veía bien el texto porque había poca luz" en el atril que dispusieron para que pudiera apoyarse al leer.
La ceremonia solemne de la Pascua Militar había generado alta expectativa porque iba a ser el primer acto público que encabezara el rey fuera de su residencia de la Zarzuela desde que en septiembre debió someterse a una operación de cadera. Y se da en momentos en que intenta levantar la imagen de la corona, golpeada como nunca después de una serie de escándalos de la familia real y del propio Juan Carlos.
El rey llegó en auto a la Plaza de Armas del Palacio Real, vestido con el uniforme de gala del ejército. Cientos de personas esperaban afuera para ver la pompa de la ceremonia. Rodeado del presidente Mariano Rajoy, del príncipe Felipe y de las principales figuras militares del país, el rey se movió con dos muletas. Logró sostenerse con una, tembloroso, cuando al sonar el himno de España se llevó la mano a la sien.
Ya dentro del palacio, se sentó delante del trono en una silla adaptada para que no corriera riesgos de luxarse la cadera. A un lado, la reina Sofía. Al otro, Felipe y la princesa Letizia. Escuchó el discurso del ministro de Defensa, Pedro Morenés, y luego le tocó su turno.
El esfuerzo se filtraba en cada palabra. Se trabó varias veces, le costó mantener el ritmo de lectura, cambió entero un párrafo (el discurso había sido difundido previamente), hizo largos silencios incómodos y confundió términos (dijo por ejemplo "la familia que todos integramos", cuando el texto decía "la milicia..."). Algunos de los presentes confesaron luego que, al verlo ruborizado y cansado, habían temido que no pudiera finalizar el discurso.
Como publicó LA NACION el domingo, el rey Juan Carlos empezó 2014 decidido a retomar su protagonismo político después de un año y medio en el que casi no pudo caminar y en el que su prestigio social cayó a niveles mínimos.
Para eso ha duplicado los esfuerzos para acelerar la rehabilitación física, mientras transmite mensajes explícitos de que no piensa abdicar en su hijo. Una encuesta publicada anteayer por el diario El Mundo revela que un 62% de los españoles está a favor de que abdique y que menos del 50% apoya la continuidad de la monarquía, aunque la imagen de Felipe sigue en niveles muy altos.
Además de su presentación pública de ayer, el rey enfrenta un desafío clave en estas horas. Se espera que el juez José Castro anuncie entre hoy y el viernes si cita o no como acusada de delitos fiscales a la infanta Cristina, hija menor de Juan Carlos. El escándalo de corrupción que protagoniza el esposo de Cristina, Iñaki Urdangarin, ha sido el mayor mazazo a la popularidad del rey.
Dispuesto a dar pelea, Juan Carlos prometió en Nochebuena seguir cumpliendo con sus funciones constitucionales y enfatizó que lo hará con "ejemplaridad y transparencia". Sus médicos anticipan que en abril podrá caminar sin las muletas y estará en condiciones de retomar su agenda de viajes internacionales, con una visita a París. Pero las incómodas escenas de ayer en el Palacio Real reavivaron las dudas sobre la viabilidad de ese plan en un hombre que el domingo cumplió 76 años y que batió récords de ingresos al quirófano en los últimos tiempos.
Sus operaciones más recientes
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Se sometió a una intervención quirúrgica para implantarle la prótesis definitiva en la cadera izquierda. Fue su novena operación en los últimos tres años - 24 de septiembre de 2013
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