El país de la pizza lanza la guerra contra la obesidad
Reducirán las porciones en los restaurantes y los colegios
ROMA.- Italia, el país del buen comer por antonomasia, ha decidido declararle la guerra a la gordura.
Además de reducir las porciones que se sirven en los restaurantes y el peso de los "panini" (pancitos), el gobierno de Silvio Berlusconi analiza poner en los alimentos etiquetas que digan cuántos kilómetros hay que correr o caminar para quemar las calorías ingeridas de más.
La propuesta llega justo después de las fiestas, período en que los italianos se deleitan con "cenoni" en los que se comen montañas de exquisiteces de todo tipo -que se reflejan dramáticamente en la balanza-, por lo que se trata de un tema más que actual.
Además, la "guerra a la gordura" tiene un motivo claro. La obesidad, una enfermedad en aumento en todo el mundo, también acecha en Italia, tierra famosa en los últimos años por la dieta mediterránea -pastas, pan, quesos y aceite de oliva- y donde hace tan sólo medio siglo, en el terrible período de la posguerra, la gente debía quitarse el hambre con un mísero pedazo de pan.
Según las estadísticas, uno de cada cinco italianos hoy es obeso. Y, hace unos meses, el ministro de Salud, Girolamo Sirchia, decidió enfrentar el problema con un equipo de expertos que evalúan distintas medidas de acción.
Una de ellas, según adelantó ayer el Corriere della Sera, sería poner en los envases de los alimentos etiquetas que expliquen cuánto ejercicio físico hay que hacer para quemar lo comido en exceso.
Si esto prospera, muy pronto leyendo la etiqueta se podrá saber, por ejemplo, que después de comer un pedazo de turrón de chocolate habrá que hacer quince minutos de caminata para quemar las 15 calorías ingeridas.
La culpa es de las porciones
La idea se le ocurrió a Brian Wansink, uno de los máximos expertos norteamericanos de psicología de la alimentación, que descubrió que en la guerra contra la gordura el tema de las porciones es fundamental, ya que comprobó que mientras más lleno esté el plato, más se come.
"En la lucha contra el sobrepeso las porciones son un punto clave. Esperemos que el gobierno se convenza de cambiar las etiquetas: en vez de decir cuántas calorías, éstas deberían sugerir que, si nos excedemos, se pueden quemar con tres kilómetros de caminata", dice este profesor de la Universidad de Illinois, cuya idea podría ser adoptada en Italia.
"El movimiento es un elemento indispensable para controlar el peso", dice Michele Carruba, del equipo del Ministerio de Salud italiano encargado de combatir la obesidad, "por lo que prevemos pedir una modificación de las etiquetas de los alimentos en este sentido".
Carlo Cannella, especialista en Ciencias de la Alimentación de la Universidad La Sapienza, de Roma, no ocultó su desacuerdo con esta idea. "Podríamos creer erróneamente que si, por ejemplo, cedemos a la tentación de una pizza equivalente a 600 calorías, para bajarla habrá que caminar seis horas. Pero esto es así sólo si comemos esta pizza en exceso", explica.
En el país de los spaghetti y la pizza siempre se pensó que la obesidad era una problema sobre todo norteamericano. Pero en Italia la cuestión comenzó a preocupar hace unos meses, cuando un informe reveló que los niños italianos son los más gordos de Europa.
Mientras que en España se estima que los chicos con kilos de más son el 27%, en Italia suman el 36%, una cifra sensiblemente superior, provocada, entre otras cosas, por las horas que los niños pasan sentados mirando televisión, según el mismo informe.
No extraña entonces que el ministro de Salud, Girolamo Sirchia, elabore un plan de acción para combatir la gordura, que también prevé reducir las porciones que se sirven en los comedores de colegios, de empresas y en los exquisitos restaurantes de Italia.
En otra medida que dará mucho para hablar, el ministerio piensa uniformar el peso de los "panini". La porción ideal de cada pedazo deberá ser de 50 gramos, y no de 75 u 80 gramos, como ocurre actualmente. Todo para mantener la buena forma.
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