El Papa aceptó la renuncia de Lugo y le otorgó la dispensa
ASUNCION.- Cuando faltan apenas dos semanas para su asunción, el presidente electo de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, recibió ayer la dispensa papal de Benedicto XVI, en una decisión sin precedente que le permitió recuperar su estado laical.
La histórica medida fue anunciada en Asunción por el nuncio apostólico, Orlando Antonini, quien, tras reunirse con Lugo, ofreció una conferencia de prensa, en la que señaló: "Habiendo examinado cuidadosamente todas las circunstancias, su santidad Benedicto XVI ha concedido para él [por Lugo] la pérdida del estado clerical, con la consiguiente pérdida de los derechos inherentes a éste".
Lugo, de 57 años, fue dispensado, a la vez, "de los votos religiosos hechos en la Sociedad del Verbo Divino, de la obligación del celibato y de las demás obligaciones que el estado clerical comporta", agregó el nuncio.
El hecho representa el primer caso dentro de la Iglesia Católica en que un obispo es dispensado. "Hubo sí, muchos sacerdotes a los que el Vaticano dejó en estado laico, pero de un miembro de la jerarquía, no", dijo Antonini.
Con el fin de impulsar su candidatura presidencial por la Alianza Patriótica por el Cambio (APC), Lugo había solicitado, en diciembre de 2006, la pérdida de su estado clerical, ya que la Constitución paraguaya inhabilita a los ministros de cualquier religión a ejercer la presidencia del país.
En enero de 2007, sin embargo, el Vaticano rechazó su renuncia y lo suspendió a divinis (sanción que lo inhabilitaba a ejercer su ministerio).
Durante la campaña electoral, Lugo se arriesgó así a ser impugnado como candidato, ya que sus adversarios sostenían que, sin dispensa papal, continuaba siendo obispo.
Pero esta posibilidad nunca se materializó, y, tras la histórica victoria de Lugo en las elecciones generales de abril pasado, en las que desbancó al Partido Colorado tras más de seis décadas ininterrumpidas en el poder, la Santa Sede decidió reconsiderar su decisión "por el bien del país".
"Se aceptó [su renuncia] porque el pueblo lo ha elegido, y se ha reconsiderado su petición porque no es compatible su estado clerical con la presidencia de la república paraguaya", explicó Antonini.
En el decreto papal que le otorga la pérdida del estado clerical a Lugo, el Vaticano recordó que había intentado "disuadir" al ex obispo para que no se presentase como candidato. Y, al final del documento, señaló: "El Sumo Pontífice exhorta al señor Fernando Lugo Méndez a ser fiel a la fe católica en la que fue bautizado y a llevar una vida coherente con el Evangelio".
Consultado sobre si Lugo podría recuperar su jerarquía eclesiástica una vez finalizado su mandato presidencial de cinco años, Antonini afirmó: "La medida es de naturaleza perpetua, a menos que la autoridad suprema examine caso por caso. El [por Lugo] no está ahora fuera de la Iglesia, sino de la jerarquía eclesiástica, que es lo que había pedido".
Una noticia muy esperada
Poco antes de partir a Buenos Aires, en donde ayer se reunió con la presidenta Cristina Kirchner para discutir la terminación de las obras de la represa hidroeléctrica binacional Yacyretá (ver Pág. 11), Lugo expresó su satisfacción por la dispensa.
"Es la noticia que estaba esperando desde hacía tiempo", declaró el futuro mandatario, que asumirá el cargo el próximo 15 de agosto, y afirmó: "Yo quisiera agradecerle sinceramente a Su Santidad por una decisión que no ha sido fácil de dar".
"¡Qué amor debe tener Benedicto XVI por Paraguay, que por el bien del país, la Santa Sede trató de nuevo mi solicitud y me dio la dispensa de todas las responsabilidades clericales!", agregó Lugo, que durante más de una década fue obispo de la diócesis de la región de San Pedro, una de las más pobres del país.
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