El Papa se salió otra vez del protocolo

Tras una audiencia con 6000 periodistas de todo el mundo en el aula Paulo VI del Vaticano, el papa Francisco se salió otra vez del protocolo. "Cómo trabajaron, ¡eh!", dijo a los trabajadores de prensa.

Cuando saludó a argentinos, una colaboradora del área de prensa del Arzobispado de Buenos Aires, Virginia Bonard, le regaló un mate .

Después de saludar a una delegación, impartió la bendición a los presentes y lo hizo en castellano.

"Muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica y otros no son creyentes, pero respetando la consciencia de cada uno, os doy mi bendición sabiendo que cada uno de vosotros es hijo de Dios. ¡Qué Dios los bendiga!", dijo.

Un rato antes, en italiano, había admitido que la Iglesia, como cualquier institución, tiene "virtudes y pecados". Instó a los periodistas a enfocarse en la "verdad, la bondad y la belleza" en su trabajo y destacó que los católicos deberían recordar que Jesús es el centro de la Iglesia y no el Papa.

Desde que fue elegido papa, Jorge Bergoglio se salió varias veces del protocolo. La noche de su elección, eludió la limusina y viajó en un bus con otros cardenales.

Al día siguiente regresó al hotel eclesiástico donde había estado alojado antes del cónclave y pagó la cuenta . No usa la cruz de oro de los pontífices ni los zapatos rojos, tampoco la estola. Evitó que los cardenales le besaran el anillo y se puso una pulsera que le regaló el cardenal de Sudáfrica Wilfrid Fox Napier.