El Papa y su sucesor, una cohabitación desconocida
Roma.-La renuncia de Benedicto XVI al papado creó una situación inédita en la Iglesia Católica, que contará con un papa -el que surja del cónclave de marzo- y un ex papa, Joseph Ratzinger, del que no se sabe qué título tendrá, aunque sí mantendrá el nombre y seguirá siendo obispo, en su caso emérito, de Roma.
Estos días, las preguntas sobre en qué situación queda Benedicto XVI y si mantiene sus prerrogativas papales se han multiplicado, y canonistas vaticanos buscan la fórmula sobre qué título le corresponde.
Lo que está claro, según el Vaticano, es que no volverá a ser cardenal, ya que el cardenalato es una dignidad, concedida por un papa, y Benedicto XVI dejó de serlo en el momento en que fue elegido pontífice.
Por el contrario, seguirá siendo obispo, ya que el prelado es un hombre que recibió el sacramento del Orden Sacerdotal y es para siempre; entonces pasará a ser prelado emérito de Roma.
Otra cosa es qué título le corresponderá, y de momento no hay respuesta, aunque sí mantendrá el nombre de Benedicto XVI.
El Papa lleva el llamado Anillo del Pescador, que simboliza el poder pontificio, y que será destruido tras su renuncia. El anillo se destruye cuando muere el pontífice. Aunque en esta ocasión es diferente, ya que el Papa sigue vivo, y en el Vaticano hay algunas dudas.
Su vocero, Federico Lombardi, se mostró convencido de que será hecho trizas, ya que los objetos relacionados directamente con el ministerio petrino "tienen que ser destruidos".
Respecto de si seguirá vistiendo de blanco, ese color es tradicionalmente el de los papas, por lo que, según expertos vaticanos, Benedicto XVI volverá a vestir la sotana.
Sobre las prerrogativas papales, en el momento en que deje de serlo, las perderá. Entre las que llama más la atención es la de infalibilidad, dogma aprobado durante el Concilio Vaticano I, en 1870. A Benedicto XVI no le preocupará mucho, ya que en su libro entrevista Luz del m undo, del escritor Peter Seewald, considera una "equivocación" afirmar que el pontífice es infalible, "ya que un papa también se equivoca".
La normativa vaticana también contempla que tras la muerte -o en este caso renuncia- del santo padre, el departamento papal tiene que quedar libre y ser sellado hasta que haya nuevo papa. Benedicto XVI tiene previsto abandonar el Vaticano tres horas antes de que concluya su papado y se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo. Allí permanecerá hasta que estén acabadas las obras de acondicionamiento del monasterio de clausura Mater Ecclesia, levantado en los jardines vaticanos, donde tiene previsto alojarse definitivamente.
El Papa vivirá a un centenar de metros del Palacio Pontificio, en cuya tercera planta está el apartamento papal, que alojará a su sucesor.Vivirán muy cerca, pero no habrá interferencias. Benedicto XVI ya ha dicho que se "ocultará del mundo" y se dedicará a rezar y escribir.
Juan Lara - Agencia EFE
Juan Lara
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