El plan de EE.UU. para vacunar contra el Covid-19 a niños de entre cinco y 11 años

WASHINGTON.- El gobierno de Joe Biden anunció este miércoles un plan para empezar a vacunar contra el Covid-19 a niños de entre cinco y 11 años a partir de noviembre, en una campaña que será distinta a la gestionada, hasta el momento, para los adultos: no habrá centros de vacunación masiva, las agujas serán más pequeñas y pediatras estarán a cargo de aplicar las inyecciones.

Luego de realizar ensayos clínicos con resultados positivos, la farmacéutica Pfizer solicitó a principios de octubre la autorización para aplicar su vacuna en menores, y la cuestión será debatida por dos paneles de expertos. El primero, convocado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), se reunirá la próxima semana, y el segundo, convocado por los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), se reunirá el 2 y 3 de noviembre. Bajo este contexto, se espera que la agencia haga su recomendación poco después de la primera semana de noviembre.

La vacuna producida por Pfizer cuenta con la aprobación total de la FDA para personas de 16 años en adelante, y la FDA, en mayo de este año, autorizó su uso de emergencia en niños de 12 a 15 años.

Pero al gobierno le urge avanzar con los menores de 12 años, dado que los expertos que asesoran a Biden aseguran que vacunar a los niños es esencial para ayudar a lograr la inmunidad de la población contra la enfermedad pandémica.

Es que, si bien los niños más pequeños tienen menos probabilidades de desarrollar cuadros graves de Covid-19, aún pueden enfermarse y transmitir el virus al resto de la población.

Otra dinámica

La campaña para vacunar a los niños pequeños en los Estados Unidos no se verá como en los adultos. No habrá sitios de inoculación masiva. Se contratará a pediatras para que ayuden a trabajar con los padres, y las agujas a utilizar serán más pequeñas.

El gobierno de Biden, anticipado a que los reguladores pondrán las vacunas a disposición de los niños de 5 a 11 años en las próximas semanas, traza planes para garantizar que unas 25.000 oficinas de atención primaria o pediátrica, miles de farmacias y cientos de escuelas y clínicas de salud rurales estén listas para administrar vacunas.

A diferencia del grupo de 12 a 15 años, que lo integran 17 millones de estadounidenses, la cantidad de niños de cinco a 11 años es de 28 millones. La intención del gobierno es evitar que se produzcan filas en los centros de atención, dado que los funcionarios contemplan que los menores de 12 años suelen ser más inquietos y sensibles.

Los consultorios de pediatras, los hospitales infantiles y las farmacias con clínicas serán los establecimientos preferidos para la campaña. Las agujas, por su parte, no solo serán más pequeñas que las usadas en adultos, sino que la dosis de fármaco contendrá 10 microgramos, mientras que la utilizada en mayores de 12 años tiene 30.

Hasta este miércoles, el 77,1% de la población actualmente elegible para ser vacunada -de 12 años en adelante- ha recibido una o más dosis de la vacuna contra el coronavirus en Estados Unidos, una campaña que se vio atravesada por algunas resistencias, pero pudo acelerarse en las últimas semanas.

Respecto a la vacunación de menores, una encuesta de la organización no gubernamental Kaiser Family Foundation publicada a fines de septiembre indicó que solo uno de cada tres padres de niños de cinco a 11 años planeaba vacunar a sus hijos “de inmediato”, una vez que se autorizara una vacuna, y otro tercio dijo que quería “esperar y ver” cómo afectaba la vacuna a los niños.

Pero esa misma encuesta mostró que la renuencia entre los padres de adolescentes había disminuido en los meses, desde que las vacunas están disponibles, y casi la mitad de los padres de niños y niñas de entre 12 a 17 años dijeron que sus hijos habían recibido al menos una dosis.

Agencias ANSA, AFP y The New York Times