Merkel apostó por el euro, pero quizá lo hizo muy tarde
BERLIN.– A Angela Merkel le gusta contar una historia de cuando tenía 12 años y pasó los 45 minutos de la clase de natación temblando en el lado más peligroso del trampolín de la pileta. A pesar de los chistes de los compañeros que la miraban, estuvo largo rato evaluando los pros y los contras de tirarse. Y justo antes de que sonara la campana, saltó.
Unas cuatro décadas más tarde, la crisis europea de deuda soberana puso a Merkel en otro trampolín: tuvo que decidir si abandonar a Grecia a una quiebra asegurada o establecer medidas a corto y largo plazo que permitieran su rescate. Ahora, como entonces, la canciller alemana esperó, observó, evaluó las opciones y, en el último momento, saltó.
Para sus críticos, cada segundo más de espera contribuye a dar la impresión de que la canciller no actúa, sino que simplemente reacciona ante la crisis. "Soy el tipo de persona que suele esperar hasta que una decisión esté lista para ser tomada, y luego tomarla", dijo en conferencia de prensa. Después de largas observaciones, titubeos, y esperas, su línea pareció definirse en los últimos dos meses en dirección de una clara vocación europeísta, manifestada en su famosa frase: "Si fracasa el euro, fracasa Europa".
La extensión del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF); el fin de la política de endeudamiento; las duras condiciones para los países que reciben las ayudas; reglas más estrictas para contener las deudas; un gobierno económico de la Unión Europea (UE), y un impuestos para las transacciones financieras: son éstos los ingredientes de su receta. Aun así, según muchos expertos, el plato llega demasiado tarde. La crisis es más rápida que la canciller.
Con sus ingredientes en mano, Merkel se comprometió en la última semana, en una campaña sin precedente, para convencer a sus diputados y a los ciudadanos alemanes de que no hay alternativa para Europa.
El pasado domingo concedió una insólita entrevista de una hora en prime time al presentador más popular del país, Günther Jauch.
En los días sucesivos presionó a los diputados de su coalición de gobierno -formada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el partido hermano bávaro Unión Social Cristiana (CSU) y el Partido Liberal Demócrata (FDP)-, para que votaran en su misma línea y la del ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y no cedieran a los argumentos del "euroescepticismo".
En juego estaba la extensión del FEEF a 440.000 millones euros, de los que Alemania, la locomotora de Europa, aportaría 211.000 millones, casi el doble de los 123.000 millones que había pactado inicialmente.
Finalmente, Merkel obtuvo el jueves pasado en el Parlamento una mayoría contundente. Sin embargo, de ninguna manera se puede afirmar que el euro fue rescatado por completo y que la crisis esté por terminar.
Los interrogantes
Muchos son los interrogantes que todavía quedan por ser solucionados. ¿Se renegociará el segundo rescate a Grecia, aprobado en julio, con el beneplácito de los acreedores privados? ¿Habrá suspensión de pagos por parte de Atenas? ¿Una reducción de la deuda? ¿Mayores pérdidas para los tenedores de bonos?
Se suman, además, las dudas acerca de si la crisis se extenderá a España e Italia, países considerados "demasiado grandes para ser salvados".
Cada una de estas cuestiones pondrán a Merkel en el futuro en más trampolines políticos, y no todos están de acuerdo con que pueda -ni deba- saltar siempre. Según la revista norteamericana Time , Merkel debería decir en algún momento temprano que "el euro se para aquí".
En Alemania, y también en el entorno de la canciller, no faltan los "euroescépticos", apoyados por el coloso mediático Springer Verlag -y su principal producto, el diario sensacionalista Bild, que vende tres millones de ejemplares diarios-. La empresa se comprometió en una cruzada despiadada y con tintes racistas contra Grecia y los "indisciplinados" del sur de Europa.
En las últimas semanas, entre los más destacados opositores a la línea de Merkel ganó cierta fama Frank Schäffler, diputado liberal, definido "el euro rebelde" por los medios, quien organizó una recopilación de firmas contra la extensión del FEEF.
Schäffler se opone a la canciller desde su misma coalición. "No me gusta la definición de «euroescéptico», aunque sé que los diarios me etiquetan así. Prefiero decir que soy un «eurorrealista», y que los otros, Schäuble por ejemplo, son «eurorrománticos»", dijo en una entrevista con periodistas extranjeros en la Asociación de Prensa, esta semana en Berlín.
Este diputado de 43 años precisa que pertenece "a una generación de políticos que se formó dentro de la UE, y no concibe el futuro de Alemania sino en un contexto europeo".
Aun así, se dice contrario a "una política del dinero a bajo costo, de los fondos de rescate y del endeudamiento, que sólo puede llevar a la inflación". Y si la inflación se hace significativa, "la amenaza se traslada a los millones de ciudadanos alemanes que han ahorrado en seguros de vida, y que en la práctica invirtieron en estas deudas".
Poner el dinero de estas personas en mano de una especie de "unión de transferencia", que puede disponer de ello sin el permiso del Estado, significa amenazar, "los fundamentos mismos de la sociedad y la democracia", aseguró Schäffler.
Schäffler se quedó casi solo en el Parlamento, el pasado jueves, al defender sus razones, mientras los demás en el hemiciclo se ajustaban a la canciller. Sin embargo, no está solo en su país, donde lo apoya toda una serie de expertos y economistas, y buena parte de los directivos del Banco Central Alemán.
Competitividad
Hans Werner Sinn, director del instituto de investigación económica Ifo, asegura que la única forma de salvar a Grecia es que el país salga de la unión monetaria y vuelva a ganar competitividad.
Sinn rechaza la tesis de que la actual crisis es una crisis de las deudas, "se trata más bien de una crisis sistemática del euro", que se debe a la disparidad de los países de la unión monetaria. Por eso, según él, la receta de Merkel no es la correcta.
El profesor Klaus Zimmermann, ilustre economista alemán, director del Instituto para el Futuro del Trabajo (IZA), dijo a LA NACION que "Merkel debería abandonar su actitud titubeante y pasar al contraataque".
"La aprobación en el Bundestag es un gran resultado para la canciller, en particular frente a las fuertes dudas de la población alemana", pero aun así no hace más que "comprar tiempo", para pasar a respaldar "las otras medidas urgentes".
"Sin un recorte de las deudas de los países en crisis y la introducción de reglas fiscales creíbles no puede funcionar", dijo Zimmermann.
El éxito de la votación en el Parlamento deja respirar a Europa, pero no es la solución, ya que la ley que se aprobó se refiere a decisiones tomadas en julio último. Desde entonces, la situación se deterioró en España e Italia, y el Banco Central Europeo (BCE) fue obligado a comprar bonos de deuda de estos países.
Se trata de una operación controvertida, que causó el abandono de uno de los directivos de esta institución, el alemán Jürgen Stark.
Frente a los nuevos retos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió a los líderes europeos más garantías, es decir, más dinero.
El presidente Barack Obama también retó a Europa, porque no está haciendo lo suficiente contra la crisis. Todo indica que el guión de esta semana se irá repitiendo en los próximos meses. A la canciller le toca decidir ahora si dar el salto, dejar de parar los golpes, y pasar al ataque.
LAS ALTERNATIVAS DE GRECIA Y SU IMPACTO
La crisis griega está en la mira de los inversores de todo el mundo: su evolución marcará el futuro de la eurozona y de la economía global.
SI EVITA EL DEFAULT
- Ayuda
La UE, el FMI y el Banco Central Europeo desbloquean la ayuda a Atenas, que así puede hacer frente a sus obligaciones.
- Ajustes
Los ajustes aprobados por el gobierno para recibir el rescate ahogan un poco más a Grecia, que no puede retomar el crecimiento en el corto plazo.
- Reestructuración ordenada
Respaldado, el país continúa como miembro de la eurozona; se acuerda con los acreedores una reestructuración ordenada de la deuda
- Recapitalización
La ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera sirve para recapitalizar los bancos; se evita el contagio a otros países europeos en dificultades.
- Metas fiscales
En el largo plazo, las reformas aplicadas por Atenas logran cumplir las metas fiscales exigidas por la UE y el FMI.
- Riesgos
Aunque los riesgos por la situación económica griega no se despejan, Atenas intenta restaurar la confianza de los mercados para que vuelvan las inversiones.
SI CAE EN DEFAULT
EL MEJOR ESCENARIO
- Devaluación
Grecia sale de la eurozona y devalúa su moneda; se recomponen la competitividad y el crecimiento.
- Estabilización
La UE ayuda a recapitalizar los bancos; se estabiliza el sistema.
- Refuerzo
Los fondos no usados para salvar a Grecia refuerzan a países en riesgo, como Italia.
- Crecimiento
Alemania lidera la eurozona hacia una mejor unidad fiscal; Europa retorna a la vía del crecimiento.
Sin double dip
El mundo evita la double dip (doble recesión).
EL PEOR ESCENARIO
- En quiebra
Atenas no puede pagar sus deudas; explota el malestar social y Grecia sale de la eurozona.
- Cae el crédito
Afectados, los bancos acreedores de deuda griega dejan de prestar.
- Más desempleo
Se contrae el crédito y se estanca el crecimiento europeo; aumenta el desempleo.
- Contagio
El dinero fluye de otras economías europeas débiles, que no pueden encontrar financiación.
- Recesión global
Nueva recesión mundial por el temor a un colapso de Europa.
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