El saqueo de las constructoras deja a las playas de Marruecos sin arena
MARRUECOS.- En un proyecto de departamentos con "los pies en el agua" en la pequeña playa de Monica, cerca de Casablanca, solo una duna sobrevive a los voraces constructores. Aquí, como en otras partes de Marruecos, se saquea la arena para alimentar a la pujante industria de la construcción.
Un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) sobre la explotación de arena en el mundo, publicado a mediados de mayo, pone de relieve el papel de las "mafias de la arena" en la desaparición de las playas marroquíes.
La mitad de la arena utilizada cada año en la construcción en Marruecos, es decir 10 millones de metros cúbicos, es extraída de forma ilegal, según este informe.
"En todo el litoral de la ciudad, las dunas han desaparecido", lamenta Jawad Hadi, mirando la costa de Mohammedia, ciudad cercana a Casablanca (oeste), donde se encuentra la playa de Monica.
Más al sur, entre las ciudades de Esauira y Safi, las "mafias de la arena" transformaron una extensa playa en un paisaje rocoso", advierte el informe del PNUMA.
"Hay un pequeño pueblo, como aquí en Mohammedia, y luego está el tráfico intensivo y estructurado por las redes organizadas, que operan con la complicidad de algunos responsables", afirma Jawad Hadi.
Mientras que las "mafias de la arena operan de contrabando", "notables, parlamentarios o militares retirados disponen de autorizaciones que les permiten sobreexplotar los yacimientos", denuncia.
Bajo anonimato, el jefe de una empresa especializada en dragado habla de una "mafia muy organizada que no paga tasas" y vende arena "ni limpia ni desalinizada", según los criterios de las obras públicas.
Los miembros de esta "mafia" gozan de "protecciones en todos los niveles; no pagan nada ya que todo se hace en efectivo, y hay mucho blanqueo de dinero en este tráfico", asegura.
El Estado marroquí presentó sin embargo la protección medioambiental como una de sus prioridades, sobre todo desde que organizó la COP22 en 2017.
Este activista ecologista de 33 años dirige la Asociación Nacional de Protección de Medio Ambiente y de su Litoral (Anpel).
"A este ritmo, pronto solo quedarán las rocas", dice Adnane Afouss, miembro de esta asociación.
La arena, segundo recurso natural más utilizado en el mundo después del agua según el Pnuma, es un componente esencial del hormigón. En todo el mundo, playas y ríos son explotados, legal o ilegalmente con ese fin.
"Los saqueadores vienen en mitad de la noche, sobre todo en la temporada baja" turística, indica una vecina, delante de su casa cerca de la playa de Monica.
"Pero son cada vez menos frecuentes, porque la zona se llena de gente. De todas formas, no hay nada más para llevarse", comenta.
Playas despojadas
En Marruecos, se extrae la arena para la "construcción de infraestructuras relacionadas con el turismo", según el Pnuma.
Como consecuencia de ello, las costas van erosionándose y las playas se reducen. "Si sigue la construcción hay un riesgo de ir hacia la destrucción de la principal atracción natural de los visitantes: las playas", advierte la organización de la ONU.
En Marruecos, el robo de arena de playas o dunas litorales puede acarrear penas de uno a cinco años de cárcel. Sin embargo, las playas siguen siendo saqueadas, a lo largo del litoral de 3500 km entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. La arena se transporta en camiones, en triciclos motorizados o en asnos.
En el norte, "en algunas playas, la arena casi ha desaparecido", dice un activista ecologista. "Hay una gran presión en las playas de Tánger, con proyectos grandes inmobiliarios".
"Mafia muy organizada"
La secretaria de Estado a cargo de Desarrollo Sostenible, Nezha El Ouafi, afirma que "se está validando un plan nacional de protección del litoral". Promete asimismo "mecanismos de evaluación, con programas de protección y de valoración", sin dar más precisiones.
Agencia AFP