El susto que hizo que el príncipe Harry y Meghan decidieran contratar nueva seguridad privada

El príncipe Harry y la actriz Meghan Markle, que viven desde hace algunos meses en Los Ángeles, indicaron que temen por la vida de ellos y de su familia luego de que algunos drones intentaran tomar fotos de ellos y de su pequeño hijo Archie.

Según los informes, la pareja, que renunció el año pasado a la realeza, tiene la intención de contratar a su propio equipo de seguridad privada después de la serie de situaciones poco claras en su mansión.

Tal como informa The Daily Beast, Harry y Meghan vieron drones sobrevolando muy cerca de la propiedad y según los informes, al menos cinco incidentes relacionados con drones fueron denunciados en el último mes.

La pareja indicó que vio estos aparatos electrónicos sobre la mansión, propiedad de su amigo Tyler Perry, los días 9, 19, 20, 21 y 25 de mayo. A raíz de estos sucesos, los Sussex sostuvieron a su círculo cercano que contratarán a su propio equipo de seguridad privada con su propio dinero, desterrando el rumor de que aún reciben dinero de la corona.

Se cree que los drones de bajo vuelo son operados por fotógrafos paparazzi, pero también hay sospechas de que pueden ser posibles amenazas terroristas. "Ven que estos drones se les acercan y suponen que están siendo perseguidos por fotógrafos, pero no pueden simplemente asumir eso", sostuvo un amigo al The Daily Beast.

"Meghan recibió amenazas de muerte racistas en el momento de su boda, por lo que la amenaza terrorista es muy real para ellos. Es como si la gente olvidara que son personas reales. Pero esta es una familia real. No piden ningún tratamiento especial; solo piden que se respete la seguridad que todos esperamos que se respete en nuestros hogares", agregó a la prensa.

Desde que llegó a los Estados Unidos, la familia es perseguida por la prensa, por autos y por drones amenazantes. "Están tratando de no dejar que la agresividad les afecte. Proteger a su familia es su principal preocupación", indicaron a la prensa.

La villa de estilo toscano de ocho dormitorios y 12 baños se encuentra en la cima de una colina en el exclusivo complejo privado de Beverly Ridge Estates. Se cree que la mansión es solo una solución temporal ya que la pareja busca una nueva residencia permanente.

Si bien desde su arribo a la ciudad fueron extremadamente cautelosos y se los vio muy pocas veces, se ofrecieron como voluntarios para una organización benéfica local que entrega comida a aquellos que corren alto riesgo de contraer coronavirus.