El triunfo de los "indignados"
MADRID.- El movimiento de "indignados", los jóvenes españoles que protestan contra su clase política y contra un desempleo sin igual en Europa, crece en forma vertiginosa en número y en poder. Anoche, la contundente convocatoria de por lo menos 120.000 personas concentradas en diferentes puntos de España forzó al gobierno a desistir de todo intento de desalojar, como pidió la justicia electoral, a los manifestantes que acampan en la Puerta del Sol y otros espacios públicos del país desde el lunes pasado.
Además, los organizadores de la protesta desafiaron, a la medianoche, la veda electoral, que comenzó a regir hoy, al expresarse en los primeros minutos del sábado con un "grito mudo" de protesta, consistente en estallidos de aplausos y una suerte de masiva coreografía irónica de manifestantes que simulan entonar cánticos contra políticos y banqueros con sus bocas tapadas con cinta adhesiva.
La maniobra también fue imitada en las otras marchas comunales, con el objetivo de atraer la atención de los medios de comunicación nacionales e internacionales que, a pesar del rechazo de varios organizadores que los consideran "funcionales" al poder político, le brindaron ayer una cobertura aún mayor a esta sexta jornada de protesta.
Luego de un día cargado de tensiones y versiones contradictorias sobre la actitud que tomaría la policía nacional luego de que la Junta Electoral Central (JEC) declarara ilegal el asentamiento emplazado en uno de los puntos turísticos más importantes de la capital española, el gobierno nacional les impartió a las fuerzas de seguridad la orden de "no desalojar" la plaza.
El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero fundamentó esa decisión en que la legislación y jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos "no ampara" la represión de los manifestantes que no se expresen de modo violento, a pesar de que el Ministerio del Interior reconoció que los acampantes "no tienen la autorización necesaria" para ocupar la Puerta del Sol.
La medida oficial fue celebrada en forma entusiasta en Madrid, donde muchos participantes de la protesta se animaron a predecir una extensión de la estadía en la plaza.
La organización había previsto, inicialmente, levantar el campamento al finalizar el día de mañana, cuando se celebrarán elecciones autonómicas y municipales. Pero el espaldarazo obtenido por parte del gobierno y el creciente éxito de las convocatorias nocturnas los llevó a considerar a los acampantes la posibilidad de quedarse "por tiempo indefinido" en el lugar.
No obstante, el crecimiento de la cantidad de seguidores de "Toma la Plaza" -tal es el nombre más aceptado del movimiento- no sólo desbordó como nunca antes la Puerta del Sol, donde más de 12.000 personas se instalaron en cientos de carpas que en muchos casos tuvieron que ser colocadas en las calles aledañas por falta de lugar.
De acuerdo con fuentes policiales citadas por la prensa española, en la comunidad autónoma de Andalucía se reunieron otros 13.000 manifestantes, repartidos en las grandes ciudades, con Málaga y Sevilla a la cabeza.
Por otra parte, en Barcelona se realizó una nueva "cacerolada" en torno al campamento montado en la Plaza de Cataluña, donde se dieron cita cerca de 8000 personas y se podían leer carteles de apoyo en distintos idiomas, en sintonía con la naturaleza cosmopolita de la ciudad.
Y en Valencia, los "indignados" movilizados alcanzaban anoche las 10.000 personas, una cifra que también es récord, como la registrada en otras ciudades y pueblos de Aragón, Cantabria, el País Vasco y Extremadura.
Repercusiones
En Madrid, también se siguieron con entusiasmo las repercusiones que el movimiento logró ayer en otras ciudades del mundo, donde también se registraron manifestaciones (ver aparte).
"Esto es increíble... se nos puso a varios la carne [piel] de gallina al enterarnos de que en Buenos Aires también había gente que había comenzado a unirse al movimiento. Por eso no nos vamos a ir, no podemos abandonar el camino que hemos empezado a andar desde aquí", dijo a La Nacion Antonio Fernández, uno de los responsables de comunicación de la marcha.
Por su parte, Rodríguez Zapatero volvió a expresarse sobre los "indignados" por segundo día consecutivo. En declaraciones radiales, el mandatario español insistió en que su gobierno velará por que "se garanticen los derechos" de los manifestantes, así como la veda electoral.
Además, el jefe de La Moncloa reconoció que se siente "el principal interpelado" por las protestas callejeras, a pesar de que los seguidores de "Toma la Plaza" no dirigen sus críticas exclusivamente contra su administración, sino contra el sistema bipartidista conformado por el oficialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el conservador Partido Popular (PP), fuerza que se impondría en los comicios de mañana por un amplio margen a nivel nacional, de acuerdo con las principales encuestas.
CRISTINA KIRCHNER Y "LOS AÑOS FELICES"
La presidenta Cristina Kirchner se refirió ayer al movimiento de los indignados que acampan en las principales plazas de España, durante un acto en La Rioja. "Hay un mundo que está cambiando, que reclama inclusión social y objetivos. Yo creo que lo que están pidiendo estos jóvenes es tener esperanza y construcción de futuro, que es lo que hemos hecho y estamos haciendo aquí en estos años felices", dijo la Presidenta. "Curiosamente son jóvenes en la vieja Europa, jóvenes reclamando un lugar y un espacio", agregó la mandataria, que viajo a La Rioja en ocasión del 420° aniversario de la fundación de la ciudad.
Más leídas de El Mundo
Sunak y Scholz se reunieron en Berlín. Reino Unido y Alemania estrechan sus lazos en materia de defensa y apoyan unidos a Ucrania
“Su fuerza está con nosotros”. Maduro recordó a Maradona con un reloj que le regaló el crack y volvió a fustigar a Milei
High Line. La experiencia de estar suspendido en medio del verde en pleno Manhattan