El Vaticano vacunará a otras 1200 personas sin hogar en Semana Santa

ROMA.- No solo palabras, gestos concretos. Después de que el papa Francisco hiciera diversos llamamientos para que haya “vacunas para todos” y especialmente para los más necesitados, la Limosnería Apostólica, su brazo caritativo, anunció hoy que en vista de la Semana Santa 1200 dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech, compradas por la Santa Sede, se destinarán a inocular a 1200 personas “entre los más pobres y marginados, que son los más expuestos al virus por su condición”.

Además, para seguir compartiendo “el milagro de la caridad” hacia los hermanos más vulnerables y darles la oportunidad de entrar a este derecho, será posible realizar una donación online en la cuenta de la caridad del Santo Padre administrado por la Limosnería Apostólica (www.elemosineria.va), indicó un comunicado.

Este recordó que en el mensaje de la Navidad pasada, marcada por la pandemia, al igual que la Semana Santa que se avecina –en la que por segunda vez no se realizará el tradicional Vía Crucis en el Coliseo, sino en el sagrato de la Plaza, con público mínimo, al igual que el resto de las celebraciones-, el papa Francisco hizo un fuerte llamado por “vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables”.

En enero pasado, cuando comenzó la campaña de vacunación anti-Covid-19 en el Vaticano, el exarzobispo de Buenos Aires quiso que los primeros inoculados fueran 25 pobres, en su mayoría sin hogar, que viven en los alrededores de San Pedro y que diariamente son atendidos por las estructuras asistenciales y de residencia de la Limosnería Apostólica, que dirige el cardenal polaco Konrad Krajevski.

“La vacunación de los pobres durante la Semana Santa se llevará a cabo en las instalaciones especialmente destinadas dentro del Aula Pablo VI del Vaticano y se utilizará la misma vacuna administrada al Papa y a los empleados de la Santa Sede”, indicó su oficina, que detalló que los médicos y enfermeros serán los voluntarios que trabajan en forma permanente en el consultorio “Madre di Misericordia”, ubicada bajo la columnata de Bernini, los empleados de la Dirección de Salud e Higiene del Governatorato de la Ciudad del Vaticano y los voluntarios del Instituto de Medicina Solidaria y el Hospital Lazzaro Spallanzani.

Así fue la recepción del papa Francisco en Timor Oriental, segundo país de mayoría católica de Asia después de Filipinas

"A pasos del Cabildo". Este fue el edificio favorito del Papa Francisco en el que solía tomar mate por las tardes

Mensaje de la Iglesia. El arzobispo García Cuerva afirmó que “la Argentina sangra y necesita sanar heridas”