En sintonía, Trump y Macron defienden un nuevo acuerdo nuclear con Irán
WASHINGTON.- Apenas llegó a la Casa Blanca , Emmanuel Macron le dijo a Donald Trump que tenían una cita con la historia y lo invitó a construir -a él, el presidente que acuñó el mantra " Estados Unidos primero"- un "nuevo multilateralismo". Unas horas después, Macron dejó la residencia oficial con un guiño a una idea: buscar un nuevo acuerdo con Irán, más amplio que el pacto nuclear actual.
Macron había llegado a Washington para una visita de Estado como un emisario de Europa con la misión de preservar ese pacto, una de las construcciones diplomáticas más complejas y difíciles de los últimos tiempos, que demandó meses de discusiones entre Irán , las potencias occidentales, China y Rusia, y logró desactivar un foco de tensión en Medio Oriente. Trump deshilachó ese acuerdo cada vez que pudo.
Ayer, en el Salón Oval, con Macron a su lado, Trump insistió en que era una "locura", "ridículo" y un "acuerdo terrible", y advirtió que Irán tendrá "problemas como nunca antes" si llega a retomar su programa nuclear. Pero, retórica de lado, ambos presidentes lograron acercar posiciones sobre Irán y Siria tras un largo encuentro a solas y una reunión bilateral con sus principales colaboradores.
Luego de esas reuniones, Macron afirmó en una conferencia de prensa que las discusiones habían permitido "allanar el camino" para buscar un nuevo acuerdo con Irán, que contemple las preocupaciones de la Casa Blanca. Trump coincidió en que existía "una gran oportunidad de hacer algo mucho más grande" que el pacto vigente, aunque, fiel a su estilo, mantuvo viva la posibilidad de tirar por la borda el actual acuerdo -debe certificarlo el próximo 12 de mayo- sin llegar a darle la espalda al plan que le llevó Macron.
"Hay una posibilidad, y nadie sabe lo que voy a hacer el 12. Aunque el señor presidente [dijo Trump, al mirar a Macron] tiene una muy buena idea. Ya veremos, pero también veremos si hago lo que algunos esperan. Si será posible o no hacer un nuevo acuerdo con bases sólidas".
Macron le vendió a Trump la idea de buscar un acuerdo más amplio, que abarque también la situación en Siria y la influencia de Teherán en Medio Oriente, extienda los plazos previstos en el pacto vigente y sume restricciones para el programa de misiles de Irán, una preocupación central de Trump. En la delegación francesa leyeron el guiño de Trump a esa propuesta como un éxito.
"Queremos estabilidad sostenible y creo que las discusiones que tuvimos permiten abrir el camino, allanarlo para un nuevo acuerdo", definió el presidente francés.
"Se trata más bien de construir un marco estable que contribuya a la estabilidad y a la construcción de la paz. Y creo que esto es sobre lo que hemos estado acordando. No se trata de romper un acuerdo y no tener nada, sino de construir algo nuevo que cubra todas nuestras preocupaciones", definió.
Macron dijo que el acuerdo actual servirá como un "primer pilar". Fijó tres nuevos puntos para sumar: definir restricciones al programa nuclear más allá de 2025, cuando expiran algunas de las provisiones del pacto vigente; poner sobre la mesa el programa de misiles de Teherán, y su influencia sobre el resto de Medio Oriente.
Ante una pregunta de una periodista francesa, Macron aclaró que su propuesta no busca mover a todos los jugadores "de un acuerdo a otro", sino de "sumar" al pacto actual, firmado a fines de 2015.
La ofensiva europea para blindar el acuerdo con Irán -que bien puede zozobrar a manos de los halcones del gobierno de Trump- continuará esta semana con la canciller alemana, Angela Merkel, que visitará la Casa Blanca el próximo viernes, y reforzará el plan que trajo Macron.
El futuro del acuerdo con Irán fue el eje de la visita, pero Trump y Macron discutieron además sobre las negociaciones con Corea del Norte, la situación en Siria, las disputas comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos y el acuerdo climático de París. En su primer discurso, en los jardines de la Casa Blanca, Macron le pidió a Trump que trabajaran juntos para "resistir el surgimiento de nacionalismos agresivos" que dividen al mundo.
"La Historia nos llama", dijo Macron. "Francia y, con ella, Europa y Estados Unidos tienen una cita con la Historia. No tenemos más que un deber, señor presidente, querido amigo, de estar en esa cita", cerró.
Aunque pareció haber pocos avances en el resto de la agenda, Trump pareció permeable a esa invitación y le brindó otro guiño a Macron al mostrarse un poco más flexible a mantener tropas en Siria, aun cuando haya concluido la lucha contra el grupo Estado Islámico. "Queremos volver a casa", dijo Trump. "Volveremos. Pero queremos dejar una huella sólida y duradera, y esa fue una gran parte de nuestra discusión", cerró.
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