Polémica en Francia / La defensa del presidente. Enojado, Hollande sólo admitió que vive un "momento doloroso"
En una esperada conferencia de prensa, dijo que no hablaría del escándalo por su supuesto affaire con una actriz y lanzó un paquete de impactantes medidas económicas
PARÍS.- En uno de los ejercicios más delicados de sus 18 meses de presidencia, François Hollande enfrentó ayer a cientos de periodistas, pero se negó a responder sobre su polémica vida privada y prometió ayer que clarificará su relación con su compañera, Valérie Trierweiler, antes del viaje de Estado que emprenderá, el 11 de febrero, a Estados Unidos.
Frente a 580 periodistas de todo el planeta que asistían a su conferencia de prensa semestral, Hollande respetó la vieja tradición francesa de separar vida pública y privada, y mantuvo el silencio sobre el escándalo desatado por la publicación de su romance con la actriz francesa Julie Gayet.
"Las cuestiones privadas se tratan en privado. Hoy no responderé a ninguna pregunta de esa naturaleza. No es ni el momento ni el lugar apropiado", advirtió a Alain Barluet, cabeza de la prensa presidencial, que lo interrogó sobre la situación de Trierweiler, que fue internada luego de la revelación.
"Todo el mundo, en su vida personal, puede atravesar momentos difíciles. Es nuestro caso. Se trata de un momento doloroso", agregó el presidente, que se dijo "indignado".
Poco antes, con un aplomo que dejó asombrados incluso a quienes lo conocen bien, el presidente dedicó 45 largos minutos a hacer un resumen de lo que hará su gobierno en 2014 para reactivar la anémica economía francesa y recuperar el sitio "que esta gran nación siempre tuvo en el planeta".
Esa tercera conferencia de prensa desde que asumió el poder había sido preparada al milímetro, con la intención de modificar la curva de los sondeos, que lo muestran como el presidente más malquerido de la Quinta República, fundada en 1958.
Su objetivo también era el de cambiar la imagen de indecisión que lo persigue desde que llegó al poder, mostrándose dispuesto a hacerse cargo del timón durante los tres años y medio que le quedan de ejercicio. Por eso, tal vez, comenzó su conferencia afirmando: "Debemos comenzar una batalla, una nueva etapa, una nueva fase".
Sin embargo, desde el viernes, cuando la revista Closer desató el escándalo, el mundo aguardaba otra aclaración de su parte. Sobre todo se esperaba una indicación de lo que será el futuro de la actual primera dama francesa, que tuvo que ser hospitalizada tras la publicación de las siete páginas de fotos comprometedoras de la revista Closer.
A esa pregunta, Hollande respondió evocando los textos jurídicos:
"En Francia no existe el estatus de primera dama. Nunca existió", dijo. "Hay, por el contrario, una práctica que varió con el tiempo, una tradición. Para mí, lo esencial es la transparencia. El nombre del cónyuge del jefe de Estado debe ser conocido, publicado", precisó.
Aunque evasivas, las respuestas del presidente confirman las versiones de allegados a Trierweiler, según las cuales la pareja se ha dado un período de reflexión. Esas mismas fuentes afirman que la ex periodista estaría dispuesta a perdonar.
El mandatario también respondió en forma expeditiva el segundo interrogante mayor de esa conferencia: ¿cómo es posible que el jefe de la quinta potencia del mundo se desplace solo, con un guardaespaldas y el chofer de su moto de tres ruedas, por las calle de París, como lo hace cada vez que va a ver a su amante?
"Mi seguridad está garantizada en todas partes y en todo momento. Adonde vaya, estoy protegido, que nadie se inquiete", respondió. Hollande reivindicó enseguida su derecho a la libertad de "circular por donde y cuando quiera, estando siempre protegido".
Pero Hollande había decidido no dejar que la conferencia de prensa fuera devorada por el tsunami mediático provocado por sus escapadas. Tras el breve paréntesis consagrado a esas cuestiones, el jefe de Estado dedicó el resto de los 157 minutos del encuentro a explicar en detalle sus planes para reactivar la economía, para sacar a Europa de la crisis -con la ayuda de Alemania- y para devolverle a Francia el sitio de privilegio que siempre ocupó en el mundo.
Entre esos anuncios, el más importante de todos ha sido bautizado "pacto de responsabilidad": el Estado hará importantes concesiones para reducir el costo del trabajo; las empresas -a cambio- crearán empleos.
"Fijo un nuevo objetivo: que de aquí a 2017 desaparecerán las cotizaciones familiares que pagan las empresas y los trabajadores independientes. Esto representa 30.000 millones de euros de cargas sociales", explicó.
Esas medidas representan una victoria para el empresariado. Aceptando la desaparición de esas cotizaciones patronales que financian las ayudas familiares (5,4% del salario), accedió a una de las principales reivindicaciones del la central empresaria francesa Medef.
El presidente también prometió una reducción considerable del gasto público. Esta vez sin reducir presupuestos o suprimir empleos, sino realizando "una modificación estructural de la administración pública". En otras palabras, Hollande pareció anunciar la simplificación drástica de un Estado multicéfalo, que cada vez cuesta más a los contribuyentes.
Hollande respondió, por fin, a quienes se preguntan cómo ese hombre, que nunca se casó, pero vivió maritalmente con dos mujeres -Segolène Royal, con quien tuvo cuatro hijos, y Trierweiler- podrá presentarse ante Francisco el 24 de enero después de este escándalo de alcoba. "La autoridad moral del nuevo pontífice es muy importante cuando se trata de conflictos como el de Siria, las negociaciones entre israelíes y palestinos o los cristianos de Oriente", precisó. "Pero al Vaticano no iré como católico, sino como jefe del Estado francés. A ver a otro jefe de Estado", concluyó.
Pocas palabras para intentar eludir la crisis
FranÇois Hollande - Presidente de Francia
- "Cada cual en su vida personal puede estar en dificultades, es nuestro caso; ?son momentos dolorosos"
- "Tengo un principio y es que los asuntos privados se tratan en la intimidad. No es pues el lugar y el momento de hacerlo"
- "No existe un estatus de primera dama. Nunca lo hubo"
- "Como ciudadano debería perseguir esta publicación. Si me freno, es para que no haya disparidad, no haya dos países ni dos medidas"
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