Florida: entre 500 policías y con un mensaje de unidad, los alumnos de la escuela del tiroteo volvieron a clases

PARKLAND.- Bajo la custodia de unos 500 efectivos de policía, y con casi cien patrulleros estacionados a lo largo de tres cuadras, los estudiantes de la escuela Marjory Stoneman Douglas, el colegio de Parkland donde un ex estudiante ingresó y mató a 17 personas dos semanas atrás, volvieron a clase.

Los alumnos en la entrada sostenían un cartel negro con el símbolo del colegio, el águila, y una inscripción que se repitió en cientos de carteles y remeras: "MSDstrong" ("MSD fuerte"), el lema que los alienta a mantenerse unidos. Solo ellos tenían permitido caminar por la vereda de la escuela, y debían presentar su identificación de estudiante para ingresar al predio.

Cientos de periodistas, la policía de Parkland y de otras cuatro ciudades vecinas, la fuerza especial SWAT, algunos militares, un tráfico a paso de hombre, y padres y alumnos de otras instituciones que llegaron con carteles de apoyo terminaban de componer ese atípico cuadro escolar, bajo un cielo azul.

Andrew Pollack, padre de Meadow, de 18 años, asesinada durante el tiroteo , miraba desde la vereda de enfrente con los ojos brillosos el ingreso de los estudiantes. Sus otros tres hijos mayores se recibieron en este establecimiento. “Quiero ver a los chicos volver a la escuela y estoy contento por eso, por ver tanta seguridad. Tenemos que pensar como nación y asegurarnos que el cambio ocurra no sólo en Florida sino en todo el país. Quiero ser el padre del último chico asesinado. Dedicaré mi vida a que las escuelas sean seguras. Cuando uno ingresa a un edificio del estado se siente seguro. En cambio en las escuelas los chicos hacen simulacros de tiroteo. No vemos a jueces en la Corte hacer simulacros porque teman que puedan entrar asesinos”, comentó.

Sobre el alambrado de la escuela cuelgan carteles, flores, corazones, osos de peluche. Los mensajes no van solo dirigido a las víctimas, sino también a los políticos. “Protejan a los niños, no a las armas”; “nunca más”; “un chico vale más que un arma”, reclaman.

Diecisiete cruces blancas clavadas en la loma que separa la institución de la calle tiene el nombre de cada víctima. Allí, amigos y familiares fueron dejando todo tipo de recuerdos, cartas, flores, velas.

El edificio 12, donde ocurrió el tiroteo, permanecerá cerrado, y algunas voces claman por demolerlo y erigir allí un monumento a la memoria.

Mientras el gobernador de Florida, Rick Scott, llamó días atrás a invertir en detectores de metales, vidrios a prueba de balas, y puertas blindadas para los establecimientos educativos, los sobrevivientes de la masacre y sus familiares bregan por un cambio en la legislación para limitar la compra y tenencia de armas, que se está discutiendo en Tallahassee, la capital de La Florida. Aunque hasta ahora, nada ha cambiado demasiado. El lunes pasado, el comité del Senado votó 7 a 6 para rechazar la enmienda que hubiera definido ciertos rifles semiautomáticos y prohibido su venta y posesión en Florida. Hoy, rifles como el AR-15, usado por el ex estudiante Nikolas Cruz para disparar a mansalva en el colegio, son de venta libre para mayores de 18 años.

La poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) tiene vinculaciones con políticos y ha aportado fondos para muchas de sus campañas. Por eso, la comunidad de padres en el sur del estado empezó una campaña de boicot hacia compañías que mantienen relaciones y otorgan beneficios a la NRA, bajo el hashtag #boycottNRA, lo cual ya está dando resultados.

A través de tweets, Delta y United dijeron que dejarían de ofrecer tarifa especial a sus miembros y que le pedirían a la NRA que removieran los logos de su website.

Las compañía de alquiler de autos Enterprise también les quitó los beneficios mientras que el First National Bank de Omaha dijo que no renovaría la tarjeta visa de la NRA. Symantec Corp, SimpliSafe, Chubb, o MetLife son otras de las que cortaron vínculos.