Entre la pobreza y la violencia, Honduras elige presidente
Hay un empate técnico entre dos candidatos antagónicos: Juan Hernández, de derecha, y Xiomara Castro, de izquierda
TEGUCIGALPA.– Convertido en uno de los países más violentos del mundo por la acción criminal de narcos y pandilleros, y en uno de los más pobres de América latina, Honduras asiste hoy a sus segundas elecciones presidenciales desde el golpe de 2009, que fracturó todavía más a esta desolada nación.
Los últimos sondeos prevén un empate técnico entre dos candidatos radicalmente opuestos: Juan Orlando Hernández (derecha) y Xiomara Castro (izquierda).
Hernández, presidente del Congreso y candidato del oficialista Partido Nacional (PN), y Castro, la mujer del derrocado Manuel Zelaya y aspirante del partido Libertad y Refundación (Libre), saldrán al ruedo en un ambiente enrarecido por temores de fraude.
Castro saltó a la escena política al liderar las protestas por el golpe de Estado contra su marido, derrocado por una alianza militar, empresarial y política cuando su gobierno conservador hizo un giro hacia posturas cercanas al venezolano Hugo Chávez, por entonces de gran influencia en la región.
Con promesas de adoptar un modelo "socialista democrático", Castro aspira a convertirse en la primera mujer en acceder a la presidencia del país. "Vamos al poder, vamos a la victoria, a recuperar nuestra patria", dijo en su cierre de campaña.
Hernández, un abogado de 45 años, encarna el continuismo conservador del gobierno. Contra la reforma agraria y la reversión de privatizaciones que promueve su rival, apuesta a la estabilidad jurídica y la seguridad ciudadana.
Fuera de sus enormes diferencias, los modelos de ambos candidatos coinciden en la asistencia a los más necesitados y en establecer un sistema gratuito de salud universal en el país más pobre del continente, detrás de Haití.
Sea quien fuera, el ganador recibirá un país con el récord mundial de homicidios –85,5 por cada 100.000 habitantes–, consumido por la corrupción y sumergido en una crisis económica sin precedente.
A lo largo del país, los señores de la droga se pasean como por su casa y tienen decenas de pistas aéreas clandestinas, mientras las pandillas o "maras" controlan barrios enteros, donde cobran el "impuesto de guerra" (extorsión) a colectiveros y taxistas, comerciantes, empresas y hasta a las vendedoras de tortillas.
Entre unos y otros, los ciudadanos de a pie, cada vez más lejos de la seguridad y la esperanza.
"Esto ya no se aguanta. La delincuencia nos tiene acorralados, no hay trabajo, la situación de los hospitales y la educación es terrible. Yo ya no espero que las cosas mejoren, pero no podemos estar peor", dijo Erica Ordóndez, una camarera, en un modesto restaurante de Tegucigalpa.
Las opciones de los hondureños
Entre la izquierda de Castro y la derecha de Hernández
- Xiomara Castro / Partido Libre
Esposa del derrocado Manuel Zelaya, aspira a ser la primera mujer en la presidencia hondureña y promete darle un sesgo social mediante la intervención del Estado - Juan Hernández / Partido Nacional
Político y empresario, es el presidente del Congreso desde 2010. Durante la campaña insistió en la lucha contra el crimen y la creación de empleos
Agencias AFP, ANSA y Reuters
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