Atrincherado en San Pablo, Lula asegura que no se entregará a la policía y aumenta la tensión
RIO DE JANEIRO.- La tensión y las expectativas aumentan a medida que las horas pasan y se acerca el plazo impuesto por el juez federal Sergio Moro para que el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva se entregue a la policía para empezar a cumplir su pena de 12 años y un mes de prisión en Curitiba. Mientras se espera la respuesta de la Justicia a un recurso de último momento interpuesto esta mañana por su defensa, Lula se mantiene atrincherado desde anoche en la sede del sindicato de metalúrgicos en São Bernardo do Campo, rodeado de simpatizantes y acompañado por colaboradores que han señalado que el exmandatario, favorito para las elecciones de octubre, resistirá la orden de detención.
En tanto, el presidente del directorio del Partido de los Trabajadores (PT) en el estado de San Pablo, Luiz Marinho, adelantó que Lula hará una declaración a las 16hs.
En conversación con el diario Estado de São Paulo, el expresidente del Partido de los Trabajadores (PT) Rui Falcão aseguró que Lula no se rendirá voluntariamente a la Policía Federal en Curitiba como había establecido el juez Moro, quien ayer le dio un ultimátum hasta las 17 de hoy para presentarse. En tanto, el diario Folha de S. Paulo publicó que el propio exmandatario les confirmó que no tiene pensado entregarse y resistirá la orden de arresto.
Según pudo confirmar LA NACION, la dirigencia del partido está dividida entre quienes le recomiendan que se entregue para evitar disturbios y quienes proponen la resistencia, montar una "escena para la Historia" que refuerce la idea de que se trata de una persecución política y aumente el ya gran capital político que Lula posee de cara a los próximos comicios.
Manifestaciones
Afuera de la sede del sindicato, en los suburbios al sur de San Pablo, un pequeño pero creciente grupo de militantes del PT, de la Central Única de Trabajadores (CUT) y de movimientos sociales aliados –que en su mayoría realizaron allí una vigilia durante toda la noche- se congrega para expresar su solidaridad. "Lula, guerrero del pueblo brasilero", cantan una y otra vez, con sus puños en alto. Vestidos de rojo –color del PT-, cargan banderas del partido y carteles en los que se lee "No a la prisión de Lula", "Elección sin Lula es fraude" y diversas consignas contra el juez Moro.
Más allá de algunos bloqueos de rutas en varios estados, protagonizados por militantes del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST), el ambiente que se vive en el resto del país es de tranquilidad, aunque los brasileños están muy pendientes de lo que suceda con quien es visto por muchos como "el padre de los pobres" y por otros como "el comandante del mayor esquema de corrupción de la historia brasileña".
La defensa de Lula, ante la Justicia y la ONU
En tanto, en Brasilia, se aguarda la respuesta del Superior Tribunal de Justicia (STJ) a un nuevo pedido de habeas corpus preventivo que interpuso la defensa de Lula esta mañana, como el que había sido negado anteayer por el Supremo Tribunal Federal (STF). El argumento de este renovado recurso es que la orden del juez Moro –de primera instancia- era contraria a las condiciones establecidas por el Tribunal Regional Federal de la 4º región (TRF-4) que el 24 de enero ratificó la condena contra Lula. Entonces, el TRF-4 había apuntado que la detención ocurriría una vez que se agotaran todos los recursos ante esa corte de segunda instancia. Restaría, entonces, la posibilidad de presentar hasta el lunes un recurso llamado "embargo a los embargos de declaración" que fueron rechazados el mes pasado.
Sin embargo, en el oficio que el TRF-4 envió ayer a Moro, el tribunal y luego el magistrado resaltaron que los recursos aún disponibles no pueden revertir la condena, que son meros procedimientos dilatorios y que se debe empezar a cumplir la pena cuanto antes.
La defensa de Lula también presentó hoy al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, un pedido de medida cautelar para impedir la prisión del expresidente alegando que se están violando principios básicos de defensa y presunción de inocencia en ese proceso judicial.
En julio del año pasado, en el marco de la Operación Lava Jato, Moro halló a Lula culpable de recibir de la constructora OAS un departamento tríplex en el balneario de Guarujá como soborno en especie por haber favorecido a la empresa con jugosos contratos con la estatal Petrobras durante su gobierno (2003-2010). Las investigaciones anticorrupción llevaron ya a la cárcel a importantes políticos de casi todos los partidos y poderosos empresarios involucrados en el escándalo de sobornos y desvíos de dinero.
Operativo especial
En Curitiba, las autoridades locales tienen preparado un esquema especial de seguridad para recibir a Lula, ya sea que llegue por su propia voluntad o por la fuerza. La Policía Federal informó que puso a disposición del exmandatario un avión en San Pablo por si prefiere entregarse allí y ser trasladado a Curitiba con protección. En su orden de detención, el juez Moro especificó que debido a la "dignidad del cargo" que ocupó Lula bajo ninguna hipótesis los agentes federales deberán esposarlo. Se espera que una vez que el líder petista quede preso allí, sus seguidores acamparán en las inmediaciones para darle apoyo y presionar para su liberación.
Una vez que Lula quede preso, sus abogados podrían recurrir a nuevos pedidos de habeas corpus por considerar su detención ilegal y un abuso de poder, a la vez que podrá apelar la condena en segunda instancia ante el STJ (recurso especial cuando se violan leyes federales) y ante el STF (recurso extraordinario por violación de principios y garantías constitucionales).
La sala-celda que el juez Moro dispuso en el cuarto piso de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, es de 15 metros cuadrados fue adaptada y posee una cama simple y una mesa, además de un baño. Está aislada de las otras celdas del sitio, donde también se encuentran detenidos Antonio Palocci, exministro de Economía de Lula y exjefe de Gabinete de Dilma Rousseff, y el expresidentes de OAS Leo Pinheiro. Otrora amigo íntimo de Lula, Pinheiro fue quien delató al expresidente por el caso del tríplex; reconoció ante la Justicia que aunque la vivienda estaba en los papeles como propiedad de OAS, en realidad el dueño era Lula y que el exmandatario le había pedido destruir todas las pruebas hasta que pasara el escándalo.
Aunque la legislación electoral no permite que una persona condenada en segunda instancia por un órgano colegiado pueda ser candidato a un cargo electivo (Ley de Ficha Limpia), el PT ha adelantado que en agosto registrará la candidatura de Lula para los comicios de octubre, esté libre o preso. Corresponderá entonces al Tribunal Superior Electoral (TSE) decidir si la impugna o acepta mientras se definen los recursos en las instancias penales superiores.
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