Esperanza Aguirre sorprende con su renuncia y deja más aislado a Rajoy

MADRID.- El gobierno de Mariano Rajoy sufrió ayer el primer desplante de uno de los principales dirigentes de su partido, cuando todavía no llega a cumplir nueve meses de gestión. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid desde noviembre de 2003 y máximo referente del ala conservadora del oficialista Partido Popular (PP), renunció ayer a su cargo en forma sorpresiva e indeclinable, y dejó así un inquietante vacío de poder en el núcleo duro de esa fuerza política.

Rajoy, que hasta ahora no consiguió mejorar los síntomas de una economía paralizada por el desempleo y la recesión, fue ayer el primero en recibir la noticia de la dimisión de la histórica dirigente popular.

Luego de asestarle este verdadero golpe político al presidente español, la presidenta de la Comunidad de Madrid convocó en forma urgente a una conferencia de prensa en la que, con la voz quebrada por la emoción, anunció su alejamiento de ese cargo, y también de su escaño como legisladora por el distrito que contiene a la capital española.

"Tengo la certeza de que, para un político, es absolutamente esencial elegir el momento de su retirada y la forma de hacerla. Y éste era el mejor momento. Me retiro de la primera fila de la política", dijo en su breve alocución, con la que dejó mudos por el asombro a los periodistas reunidos en la sala de la madrileña Real Casa de Correos.

La impactante decisión, que la llamada "lideresa" guardó en el más estricto secreto hasta primera hora de ayer, abrió un frondoso abanico de conjeturas sobre su verdadero origen.

Si bien Aguirre señaló que aún está atenta al control de cualquier posible secuela del cáncer de mama del que fue exitosamente operada en abril de 2011, la mujer más importante de la política española en las últimas tres décadas también dijo tener "otras" razones para alejarse del poder. "Ustedes saben que tengo una enfermedad seria, de la que presuntamente estoy curada [...] pero no es eso solo. Los acontecimientos personales de mis últimos años de vida han influido", admitió.

Especulaciones

Ante la falta de detalles sobre esos "acontecimientos personales", y tras negarse a revelar las impresiones transmitidas en persona por Rajoy sobre su dimisión, las especulaciones más insistentes apuntaron, de inmediato, al rechazo que Aguirre tendría hacia la decisión del presidente español de no oponerse a la sentencia judicial que permitió la liberación del preso etarra Iosu Uribetxeberria Bolinaga, condenado por resonantes asesinatos y secuestros.

Esta fuerte concesión de Rajoy en la lucha contra el terrorismo, una de las causas más ferozmente defendida por las bases programáticas del PP, produjo importantes divisiones dentro del partido gobernante y, especialmente, una fuerte sensación de estupor entre muchos de sus votantes. Pero Aguirre desmintió esa hipótesis en forma rotunda. "No, en absoluto tiene que ver con ese tema", dijo, con la intención de evitar nuevos cortocircuitos en el seno de un partido que nunca dejó de ver a "Espe" como una potencial futura presidenta de los españoles.

Sin embargo, la histórica rivalidad entre la funcionaria y Rajoy, atizada desde hace años por la lucha por el liderazgo del partido, emergió nuevamente tras el anuncio de renuncia incondicional de la veterana política madrileña, de 60 años.

La inminencia de un rescate financiero total de España, cada vez más aceptada por el gobierno "popular", volvió inevitable la lectura política de un eventual y repentino "abandono" de un escenario económico nacional que se hunde entre ajustes interminables y ataques furtivos de los mercados financieros.

Por su parte, el presidente español se limitó a emitir un escueto comunicado en el que agradeció a Aguirre los servicios prestados a Madrid y en el que calificó su encuentro con quien gobernó el distrito por nueve años de "afectuoso y entrañable".

En el mensaje, de tono formal y en línea con la retórica distante habitualmente empleado por el mandatario, Rajoy señaló que "comprende y valora" las razones de Aguirre para alejarse de la primera línea de la política.

En tanto, en la oposición las reacciones fueron dispares. Mientras en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) algunos dirigentes se limitaron a manifestar su "respeto" por la política a la que nunca pudieron vencer en elecciones abiertas en la última década, en la Izquierda Unida (IU) vieron una oportunidad para buscar una alternativa de poder en la comunidad madrileña.

"Queremos que se convoque a elecciones en forma anticipada. La partida de Aguirre no hace más que constatar el fracaso de las políticas que se han ejecutado en Madrid y España", señaló el coordinador general de esa fuerza, Gregorio Gordo.

Sin embargo, la ley prevé que el cargo no será plebiscitado, y se espera que el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, asuma a la brevedad.

El presidente, elogioso

Rajoy ponderó a Aguirre en un breve comunicado.

• "La extraordinaria labor de gobierno que Aguirre ha desarrollado quedará para siempre entre los grandes activos del PP"
  
  Mariano Rajoy
  
  Presidente de España y del PP

El sucesor, un fiel colaborador

Considerado una "sombra fiel" de Aguirre en los últimos 30 años, Ignacio González será el responsable de mantener la continuidad de sus políticas al frente del Ejecutivo regional y del PP de Madrid. Su asunción supone el último triunfo político de Aguirre sobre Rajoy, que la habría aceptado para evitar más internas en el oficialismo.

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