La ofensiva militar / La lucha contra el fundamentalismo. Exodo y crisis humanitaria en Paquistán
Unas 500.000 personas abandonaron la volátil región de Swat tras la promesa del gobierno de eliminar a los talibanes
ISLAMABAD.- Un día después de que el premier paquistaní Yusuf Raza Gilani prometiera eliminar a los talibanes del valle de Swat, aviones de la fuerza aérea paquistaní bombardearon ayer posiciones rebeldes en esa zona, mientras cientos de miles de personas huían aterrorizadas.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) informó ayer que entre 150.000 y 200.000 personas alcanzaron zonas seguras tras escapar de la violencia y otras 300.000 estaban en movimiento, en lo que ya constituye una crisis de enormes proporciones.
Mientras tanto, los cruentos combates dejaban ayer un saldo de 159 talibanes abatidos y tres bajas en el ejército, según fuentes de las fuerzas armadas paquistaníes.
"Las nuevas llegadas a las zonas seguras van a suponer una presión adicional sobre los recursos", dijo el vocero del Acnur, Ron Redmond.
El equipo de la ONU en Paquistán informó que las rutas que salen de las regiones de Swat y Buner están repletas de gente que huye, en muchos casos, con poco más de lo puesto.
El Acnur ha establecido centros en todas las rutas para proporcionar agua y alimentos a los refugiados durante su huida. Además, está estableciendo nuevos campamentos y otros tipos de ayuda humanitaria.
Medio millón de personas ha escapado ya del valle de Swat en los últimos días y muchos esperan una pausa en los combates para poder huir.
Decenas de miles estaban atrapados ayer en Minora, una localidad del valle de Swat. Algunos denunciaron que eran mantenidos en sus viviendas por los talibanes para ser utilizados como escudos humanos.
El número total de desplazados podría alcanzar incluso a los 1,3 millones, advirtió el fondo para la juventud y la infancia, Unicef. "La mayoría de los más afectados son niños", denunció.
La organización proporciona kits de higiene a los desplazados e intenta localizar a los huérfanos y a los niños que viajan solos, así como a las familias de un solo padre.
El gobierno paquistaní ha lanzado en los últimos años por lo menos una docena de operaciones en el valle de Swat, región cercana a la frontera con Afganistán, considerada un refugio de los talibanes y de Al-Qaeda.
Sin embargo, la mayoría quedaron inconclusas luego de causar amplia destrucción en la región y un número significativo de muertes civiles.
Al término de una de esas ofensivas, el gobierno paquistaní firmó un cese del fuego con la rebelión talibana que permitió que se implementara la ley islámica en el valle de Swat.
Pero, en lugar de dejar las armas, los fundamentalistas irrumpieron en Buner, un distrito vecino que queda a apenas 100 kilómetros de Islamabad.
"La opinión pública ha visto la verdadera cara de los talibanes", dijo el vocero militar paquistaní, general mayor Athar Abbas.
"Se da cuenta de que los talibanes van más allá de las cortes islámicas. Tienen designios expansionistas", añadió, y dijo que la ofensiva lanzada ayer es "a fondo" y que su objetivo es "erradicar a los talibanes de Swat".
La ofensiva fue lanzada tras una fuerte presión del presidente norteamericano, Barack Obama, que teme un rebrote del extremismo islámico y de Al-Qaeda en Afganistán y en Paquistán, el único país musulmán con capacidad nuclear.
Anteanoche, al solicitar apoyo de la población para las fuerzas armadas y el gobierno, Gilani se comprometió a "eliminar a los elementos que han destruido la paz y la calma de la nación y quieren tomar a Paquistán como rehén a punta de pistola".
Sin embargo, el gobierno pro-occidental encuentra dificultades para que la población, mayormente escéptica, apoye a las fuerzas militares del país en su ofensiva.
lanacionar