Hoy, elecciones internas en la oposición: el vencedor enfrentaría en abril a Nicolas Sarkozy. Francia: el socialismo elige candidato
Las encuestas dan como ganadora a Ségolène Royal, que podría convertirse en la primera presidenta en la historia del país
PARIS.- Sus simpatizantes están seguros de la victoria, y la oposición de derecha está convencida de que Ségolène Royal será la candidata del Partido Socialista que deberán enfrentar en la elección presidencial de 2007. Las feministas hablan del amanecer de una nueva era, ya que Royal podría convertirse en la primera presidenta en la historia del país. Pero mientras Francia se prepara para conocer el veredicto de los 219.000 militantes socialistas que hoy decidirán en las urnas quién los representará en abril del año próximo, todos esos pronósticos se vuelven cada vez menos seguros.
Las primarias socialistas enfrentarán a Royal, de 53 años, el fenómeno mediático que ha liderado las encuestas desde julio; al ex primer ministro Laurent Fabius, y al ex ministro de Economía, Dominique Strauss-Khan. Los últimos sondeos atribuyen el 57% a Royal, el 34% a Strauss-Khan y el 9% a Fabius. Pero ninguna encuesta midió la opinión de los militantes que acudirán a las urnas.
"Siento que algo está creciendo en este país", anunció Royal en su último acto de campaña antes de las elecciones internas. "Algo que me recuerda a 1981 ", añadió, en alusión al año en que su mentor, François Mitterrand, fue elegido primer presidente socialista de Francia. Royal es la única candidata del socialismo que, según los sondeos, podría doblegar el año próximo al probable candidato de la derecha, el ministro del Interior Nicolas Sarkozy.
Ardores moderados
Hace un mes, nadie hubiese dudado de un resonante triunfo de Royal en las internas de hoy: sus niveles de popularidad parecían imbatibles. Pero las cosas cambiaron desde entonces. Las últimas encuestas siguen colocándola en primer lugar, pero nuevos elementos -surgidos de una agresiva campaña- han moderado los ardores en su favor. Para Royal, ex ministra de Educación y de Medio Ambiente, la clave reside en obtener más del 50% de los votos y evitar así una peligrosa segunda vuelta, que podría enfrentarla a un acuerdo electoral entre Strauss-Khan y Fabius. "Si hay segunda vuelta, las cosas se complicarán para ella. En ese caso, estaríamos ante una alianza del tipo «cualquiera menos Ségolène»", reconoció el analista político Michael Darmon.
Royal, madre de cuatro hijos y que vive en pareja con el jefe del socialismo, François Hollande, perdió terreno en tres debates por televisión, organizados por el partido entre los tres candidatos. Strauss-Khan, socialdemócrata convencido y sólido economista, contrastó con la inseguridad de Royal en algunos temas decisivos. "A Strauss-Khan le fue mucho mejor en los debates", analizó Frederique Dhabi, de encuestadora IFOP. En el acto, las cifras acusaron la diferencia: Royal perdió casi 10 puntos en una semana.
Otro tropiezo se produjo la semana pasada con la inesperada difusión por Internet de un video filmado por un activista durante una reunión partidaria. Allí, la candidata sugiere que los maestros franceses no trabajan el tiempo que deberían y los considera privilegiados. Esa intervención cayó como un balde de agua fría sobre un partido que se caracteriza por la cantidad de docentes que militan en sus filas.
Pero la batalla entre l os tres candidatos es mucho más que una diferencia entre personalidades y géneros. Cada uno de ellos es el reflejo de socialismos profundamente diferentes. Fabius, el único que hizo campaña por el "No" a la Constitución europea, encarna un socialismo estatizante y republicano, definitivamente de izquierda. Strauss-Khan postula una socialdemocracia renovada, mientras que Royal predica una democracia participativa que se inspira, a la vez, en las redes altermundialistas y en los modelos nórdicos. Acusada de populista por sus adversarios, la candidata parece acomodar su discurso a las tendencias de los sondeos, creando dudas sobre su coraje político. "Mi opinión sobre el ingreso de Turquía en la Unión Europea será la que adopten los franceses en referéndum", afirmó recientemente, en una declaración cuya ambigüedad provocó perplejidad.
Según las encuestadoras, el electorado de Royal está constituido por mujeres, trabajadores y jóvenes, mientras que Strauss-Khan atrae a los cuadros profesionales de clase media e, incluso, de la derecha. Por su parte, Fabius representa a la izquierda dura del PS: el capitalismo, la economía neoliberal y la globalización son sus blancos de crítica preferidos.
En política exterior hay pocas diferencias y los tres coinciden en "reactivar la construcción europea", aunque Fabius prefiere una "Europa de izquierda". También mantienen una actitud independiente frente a Estados Unidos y sostienen la tradicional doctrina de disuasión nuclear de Francia.
Frente a la incertidumbre de los resultados, los candidatos han dejado de lado las buenas maneras en el final de la campaña, creando un serio riesgo de división en el partido que aún no se ha recuperado del estrepitoso fracaso del ex premier Lionel Jospin en las presidenciales de 2002. Los simpatizantes de Fabius denunciaron un posible fraude, mientras que todos los ojos se volvieron hacia Strauss-Khan después de que el video sobre los maestros apareció misteriosamente en Internet. Royal, por su parte, acusó a sus adversarios de machismo. Si bien la candidata es la gran favorita para hoy, el misterio reside en las preferencias de los 80.000 nuevos miembros que el partido reclutó en una reciente campaña por Internet. Para muchos, la mayoría son "segolenistas". Pero nada es menos seguro.
lanacionar