Fuerzas de la Federal, en la zona desde marzo
Operan allí por lo menos 50 efectivos
Desde principios de marzo de este año, la Argentina tiene en la zona de la Triple Frontera un grupo de al menos cincuenta efectivos especializados en la lucha antiterrorista.
Según informaron calificadas fuentes de la Policía Federal Argentina, en esa época, el titular de la fuerza, comisario general Rubén Santos, creó la Delegación Puerto Iguazú, que depende de la Dirección General de Terrorismo, creada un mes antes por el jefe policial.
"Si bien ya teníamos agentes que habían sido entrenados por el Bureau Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos en la zona fronteriza entre la Argentina, Paraguay y Brasil al menos desde 1995, este año se decidió reforzar la cantidad de efectivos especializados en la lucha antiterrorista", explicó un alto oficial de la Policía Federal.
De acuerdo con ese jefe policial, el grupo de efectivos asignados a la Delegación Puerto Iguazú de la Dirección General de Terrorismo está integrado por agentes de los Departamentos de Interpol, de la Unidad de Investigaciones Antiterrorista (DUIA) y de la Unidad de Investigaciones Antidiscriminatorias.
"La mayoría del personal asignado a la zona de la Triple Frontera -remarcó el informante policial- recibió entrenamiento especializado en la sede del FBI en Quantico, Virginia (EE.UU.), y algunos fueron enviados a campos de entrenamiento en Israel."
Toda la información recopilada por los agentes de la Delegación Puerto Iguazú es procesada y cruzada en Buenos Aires, a través de las distintas divisiones que componen la Dirección General de Terrorismo, que comanda el comisario inspector Jorge Alberto Palacios.
Alto interés
A tal punto llega el interés de la Argentina en la vigilancia de supuestas células terroristas en la Triple Frontera que el comisario general Santos realizó cinco viajes a la zona, en lo que va del año, para reunirse con sus colegas de Paraguay y de Brasil.
Si bien Santos reforzó los vínculos con el FBI, el comisario que puso al frente de la nueva dependencia también cuenta con buenos lazos con la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos.
En 1993, Palacios encabezó la investigación que terminó con la detención, en una estancia de La Carlota, Córdoba, de Samuel Merkin, acusado de lavar varios millones de dólares provenientes del narcotráfico y que era buscado en los Estados Unidos desde cuatro años antes.
En tanto, la Dirección de Interpol se ocupa de intercambiar toda esa información con las fuerzas de seguridad de Paraguay y Brasil.
La creación de la Dirección de Terrorismo fue impulsada por Santos a partir de la reingeniería que encaró cuando se hizo cargo de la fuerza, en enero de 2000.
Así, en febrero de este año juntó en una misma dependencia todas aquellas divisiones cuya tarea tuviera alguna relación con el terrorismo internacional y que antes estaban dispersas en distintas superintendencias de la Policía Federal.
Así, la DUIA (Departamento Unidad Antiterrorista), el Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF), la Unidad de Investigaciones Antidiscriminatorias y el Departamento Interpol, que antes dependía de la Superintendencia de Interior o directamente de la Jefatura de Policía, pasaron a funcionar bajo un mando unificado, con el rango de dirección general, sólo un escalón más abajo del máximo dentro de la fuerza.
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