Fuga de película en una cárcel de México: se disfrazaron de guardias y salieron por la puerta principal

CULIACÁN (AFP).- Julián Grimaldi Paredes y Carlos Jesús Salmón Higuera protagonizaron el papel de sus vidas. Ayer, vestidos con prendas que habían robado de los guardias de seguridad para hacerse pasar por ellos, escaparon de un penal en Sinaloa, estado del noroeste de México conocido por ser cuna de los narcotraficantes más peligrosos del país.

Fue una hazaña casi increíble. Debieron sortear seis filtros de seguridad antes de abandonar la cárcel, por lo que las autoridades sospechan que tuvieron que contar con cómplices. Fermín Hernández, secretario de Seguridad Pública del estado, indicó: "Presumimos la participación de elementos custodios porque la fuga se llevó a cabo por la puerta principal" en compañía de dos guardias que se encuentran en paradero desconocido. Además, contó que a la salida los esperaban cuatro vehículos, según puede verse en las cámaras de seguridad".

La fuga parecía la simple salida de cuatro custodios de la cárcel porque todos "van vestidos como tales", explicó.

Si bien Hernández evitó dar detalles sobre los prófugos, la prensa local asegura que Grimaldi está identificado como operador financiero del poderoso cártel de Sinaloa que cofundó "El Chapo" Guzmán (señalado por dirigir uno de los mayores imperios narcotraficantes del mundo y quien será juzgado en noviembre en Estados Unidos) y estaría acusado de participar en la emboscada a un convoy militar el 30 de septiembre de 2016 en Culiacán, en la que murieron cinco soldados y 10 resultaron heridos.

Fue detenido en febrero pasado acusado de delitos contra la salud y portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército. El gobierno de Sinaloa había pedido su traslado a un penal de máxima seguridad pero logró un recurso para permanecer en el penal local.

Por su parte, Higuera es integrante del cártel de los Beltrán Leyva y está acusado de llevar a cabo el ataque en julio de 2012 a un convoy de la Policía Ministerial de Sinaloa en el que murieron siete agentes.

Ingresó al penal en febrero de 2016 por los delitos de homicidio calificado con premeditación y homicidio doloso. Al igual que Grimaldi, consiguió un recurso para no ser trasladado a un penal de máxima seguridad.