Grecia, a un paso de evitar el default

PARIS.– Grecia pudo lanzar anoche un suspiro de alivio cuando, según fuentes del gobierno de Atenas, cerca del 95% de sus acreedores privados aceptaron finalmente participar en su proyecto de reestructuración de la deuda, que prevé una quita de 107.000 millones de euros sobre un total de 206.000 millones de euros.

De confirmarse oficialmente hoy esta información, Grecia evitará caer en un default desordenado que hubiera tenido imprevisibles consecuencias para el futuro país y para toda la zona euro.

"Este acuerdo extraordinariamente difícil permite a Europa evitar lo que podría haber sido un default desordenado y enormemente costoso", dijo desde Brasil con alivio Charles Dallara, director del Instituto de Finanzas Internacional (IFI), jefe del equipo negociador que representó a los tenedores de bonos griegos.

La operación de canje , que representa la reestructuración de deuda soberana más importante de la historia, finalizó a las 20 (hora local), pero el anuncio del resultado final estaba prevista para la madrugada de hoy.

Poco antes de la hora límite, un responsable griego reconoció una tasa de aceptación superior al 75% de las obligaciones concernidas por el acuerdo. Después de la quita, la deuda con acreedores privados disminuirá a 99.000 millones. Hasta el momento del acuerdo, la deuda pública total ascendía a 350.000 millones de euros.

Grecia había advertido que renunciaría a la operación si no obtenía por lo menos una tasa de participación del 75%. Esa cantidad era necesaria para poder activar el sistema de Cláusulas de Acción Colectiva (CAC), que trasformarían el acuerdo en obligatorio para los tenedores recalcitrantes de bonos sujetos al derecho griego.

El problema será más complejo con los 22.000 millones de euros de deuda sometida a la jurisdicción de tribunales extranjeros. Para presionar a esos acreedores, Atenas había amenazado simplemente con no pagar. En esas condiciones, es muy probable que algunos fondos especulativos decidan llevar el caso ante la justicia.

El principal inconveniente de una aplicación de las CAC sería la activación de los credit default swaps, los contratos de seguro contra el riesgo de default, cuyo valor neto alcanzaba 3200 millones de euros a fines de febrero.

Señales

La mejor señal de la concreción del acuerdo la dio ayer el Banco Central Europeo (BCE), que volvió a aceptar títulos griegos como garantía a bancos que solicitan préstamos baratos para financiar sus operaciones cotidianas. A fines de febrero, el BCE había cesado de aceptar esos bonos después de que Grecia fuera degradada por las calificadoras a una categoría que significa "al borde del default".

Según el sistema negociado, al cambiar sus antiguos títulos contra otros nuevos de menor valor nominal, los inversores aceptarán una pérdida voluntaria de 53,5%. Calculada al valor actual, es decir, teniendo en cuenta los intereses futuros, la pérdida para los inversores alcanzará entre 73 y 74 por ciento.

"Si todo va bien, podremos anunciar mañana [por hoy] que el pueblo griego se sacó de encima un peso de más de 105.000 millones de euros de deuda", declaró el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, ante el Parlamento. "Por primera vez estamos reduciendo la deuda en vez de aumentarla", agregó.

El intercambio voluntario de esos títulos era condición del desbloqueo de una ayuda de 130.000 millones de euros del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE), aprobada el mes pasado.

Si Atenas no recibe ese dinero antes del 20 de marzo, no podrá cumplir con un vencimiento de 14.500 millones de euros de deuda y caerá en default.

Una vez sorteado el obstáculo mayor de la participación voluntaria del sector privado (bancos, aseguradoras y fondos de inversión), los ministros de Finanzas de la zona euro mantendrán esta tarde una teleconferencia a fin de autorizar el desbloqueo de los 130.000 millones de euros. Aunque también podrían postergar esa decisión hasta el lunes, cuando los ministros del Eurogrupo deben reunirse en persona.

En medio de las expresiones de alivio emitidas en todas las capitales europeas, la perspectiva de una operación exitosa de canje provocó importantes alzas en las bolsas europeas y en la de Nueva York.